"Jacinto" protagonizó una presentación intimista y abarrotada

Emotivo homenaje en Villa del Prado
Un abrigo, una bufanda y un sombrero. Esos tres elementos habrían bastado para llenar por sí solos el teatro del Centro Cultural Pedro de Tolosa, de Villa del Prado, aunque hubo mucho más en el cálido homenaje realizado el pasado viernes 22 de abril durante la presentación de “Jacinto. Mi vida, vuestra historia”, una biografía novelada de Jacinto Ordóñez escrita por él mismo en comunión con su hija, la autora pradeña Rocío Ordóñez. Jacinto falleció durante el pasado mes de diciembre y no pudo ver cumplido uno de sus grandes sueños, asistir a la presentación de este libro, aunque gracias al tesón, el esfuerzo y el amor de aquellos que ha dejado en este mundo, ha podido estar muy presente en uno de los eventos más interesantes de todos los que se han realizado en la Sierra Oeste durante estas celebraciones del Día del Libro. 
El evento sirvió para rendir homenaje a una persona muy apreciada en el municipio que estará para siempre entre nosotros gracias a sus propias palabras y a sus propias historias, que llegarán a muchos lectores gracias al trabajo de sus hijas. Poetas llegados de diversos puntos de la Comunidad de Madrid, lecturas en voz alta de algunos pasajes del libro, música de violonchelo y piano, una alta participación y mucha emoción en uno de los teatros más acogedores y emocionales de la Sierra Oeste de Madrid, que desde el día 22 alberga aún más calor y más cariño entre sus ladrillos. Hubo mucho y muy bueno en Villa del Prado, aunque el evento duró poco más de una hora. A pesar de todo el trabajo, de todo el esfuerzo puesto en el asunto, todas las miradas estaban fijas en esas tres prendas de abrigo que presidían el escenario y que parecían llenarlo todo con su mera presencia. Quizá no hubiese sido necesario mucho más para hablarnos de alguien como Jacinto, según sus propias palabras, una persona sencilla que perdió a su padre a los cuatro años a causa de la Guerra Civil y a quien el hambre y la astucia le enseñaron a sobrevivir.

El mejor homenaje que un autor puede entregar es un recuerdo en forma de palabras, Rocío se ha encargado de que, además de las palabras, todos sepamos leer sus sentimientos.
El acto estuvo dirigido y presidido por la propia Rocío, que volvió a demostrar la exquisitez y el buen hacer al que nos tiene acostumbrados con un evento que resultó ameno y cordial, emocionante y artístico. Muy lejano de la lágrima fácil y muy bien estructurado, medido y ejecutado. La música del piano de Julia Jimeno y del violonchelo de Esaú Reguilón, las medias sonrisas despertadas por los fragmentos de lectura escogidos para la ocasión, la presencia sobre las tablas de algunos amigos y familiares del protagonista, la emoción de los versos de tres poemas escritos para ese momento en concreto, el buen uso de la luz y del sonido, la apacibilidad del acto en sí contribuyeron a que todo resultase cálido y agradable, a que la emoción se palpara con las manos y a que todos saliésemos del teatro con la sensación de haber vivido algo verdadero, algo único.
Con la colaboración del Ayuntamiento de Villa del Prado, de la Editorial Lastura, de la Asociación Cultural Las Palabras Escondidas y de ASEAPO el evento resultó uno de los más interesantes de todos los realizados en la Comarca para la conmemoración del Día del Libro. Antonio J. Sánchez, Susana Ordóñez, Victoria Alcalá, Mariana Feride, Emilio Polo, Rocío Ordóñez, Conchi Pascua y Carmen Recio a las letras y Esaú Reguilón y Julia Jimeno a la música consiguieron que no se moviese un alfiler en el Pedro de Tolosa hasta la finalización del acto. Un precioso homenaje que fue mucho más que una simple presentación y que consiguió dibujar más de una sonrisa en todos los asistentes. 
Sin duda uno de los eventos literarios más emotivos y líricos de todos los realizados en la Comarca durante este 2016.

Noticia publicada en el Número 100 de A21