Tras una temporada dibujando gags en el New Orleans-Tribune, debuta en el cómic con la tira Hap Hooper, Washington Correspondent (c.1940, guión de William Laas) para el United Features Syndicate, tras la que publicó la más conocida Claire Voyant (1948).
Donde seguro que colaboraron fue en “The Secret Cavern” y “Plateau of Death”, para Turok, Son of Stone #28 (1962), y en “The Boy who Saved the World” (1969), sobre un chaval que inventa una máquina del tiempo con la que viaja al Mesozoico antes de aventurarse en el futuro y tratar de evitar el holocausto nuclear.
En Gold Key, tomó las riendas gráficas de Mighty Samson (1964, Otto Binder/Frank Thorne) desde el número 8. Se trata de un cómic postapocalíptico ambientado en el mundo prehistórico de criaturas mutantes (como el saurio de tres cabezas que podemos observar sobre estas líneas) que ha resultado de la hecatombe nuclear.
Para DC realizó “The Captives of the Time Stone” (1966, Tales of the Unexpected #93), en la que unos científicos descubren un extraño cristal con la capacidad de traer diferentes amenazas –como un T.Rex- desde el pasado.
Adaptó en Dell el mismo año de su estreno las películas Around the World under the Sea (1966), en la que no hay dinosaurios pero sí una descomunal serpiente marina que rivalizaría con cualquier tilosaurio, o El valle de Gwangi (1969), que puedes leer aquí, aquí y aquí, aunque te recomendamos acudir a Cuenca el 29 de noviembre para ver la película y celebrar el 50 aniversario de su estreno... ¡Y no te pierdas las dos estupendas conferencias que seguirán los días 4 y 12 de diciembre, con los ilustres ponentes Francisco Ortega y José Luis Sanz, papás de Concavenator corcovatus!
En 1971 colaboró en la revista de Warren Eerie #33 con el guionista Steve Skeates en “A trip in time”, en la que se nos muestran los mecanismos de la cuarta dimensión contra las irrupciones de crononautas sin escrúpulos. Puedes leerla aquí.
En 1978-82 volvió a colaborar con Paul S.Newman en Turok, son of Stone, esta vez para Gold Key. Te dejamos con algunas imágenes de esta última etapa de nuestro “piel roja” favorito.
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[1] Nueva Orleans es la cuna de esta música, y más en concreto el barrio chino de Storyville, cuyo cierre por las autoridades en 1917 impulsa a la mayoría de los músicos a emigrar a Chicago o New York. Pero Sparling pudo escuchar a algunas de las primitivas marching bands desfilar por las calles o acudir a las barcazas del Mississippi o los locales de Tango Belt u otras zonas de la ciudad a escuchar a pioneros que se quedaron y aún tardarán en realizar sus primeras grabaciones.