El próximo 9 de junio sale el segundo álbum en solitario de Jack White, Lazaretto, un disco esperadísimo por mi, y entiendo que por mucha gente, ya que queramos o no, te guste o no, estamos ante uno de los genios del siglo XXI, aunque empezara su andadura con White Stripes a finales del siglo XX. Y qué queréis que os diga, después de dos escuchas concienzudas... me sigue pareciendo que este tipo tiene mucho que decir y lo dice y hace muy bien. Lazaretto contiene 11 temas, que abarcan multitud de estilos, es decir, rock and roll de alto octanaje y enérgico, country-folk campestre, y pasajes más experimentales y oscuros, pero con su sello particular siempre presente y la debilidad de Mr. White por explorar entre los sonidos más extravagantes, misteriosos e incluso podría decir que de toda esa mezcolanza tenemos el propio sonido con marca Jack White, que procedente de Detroit vive en Nashville de lo más feliz con su propio estudio y su propio sello discográfico Third Man Recordings.Para mi este hombre conjuga a la perfección el ser un defensor de las técnicas añejas y analógicas de grabación, y a la vez mezclarlo con un sonido actual y contemporáneo.
El disco comienza con Three Women con ese teclado y la batería que anuncian un tema cañero, y efectivamente lo es, a partir de ahí su voz y la amalgama de sonidos se mezclan con la melodía para entregarnos una canción enérgica tremenda con la que comenzar el disco. Lazaretto refleja a la perfección lo que digo de la experimentación y sonidos oscuros, pero con el sello de Jack patente en todo momento gracias a ese ritmo curioso de la guitarra, su voz y esos ecos a los Led Zeppelin, un tema fantástico que no me extraña nada que sea single, sin olvidarnos de ese maravilloso punteo solista. Temporary ground es un tema de country-folk campero, con esos violines, y esa sensación de estar en el campo disfrutando de un día sensacional, además de los coros femeninos que tan bien le sientan al de Detroit y que sabe dosificar con elegancia. Would you fight for my love? con ese teclado y guitarra iniciales que te anuncian algo, para luego pasar a las voces a coro que permiten que entre la melodía es un tema estremecedor, realmente en canciones como esta el amigo White demuestra lo gran compositor que es, ya que a la delicada pieza la aplica unos cambios de ritmo bestiales consiguiendo un poderío tremendo. High ball stipper fue la primera canción que se conoció del disco (de la que se habló aquí), con ese piano juguetón que se enlaza con la guitarra en un tema instrumental que no pasa ni mucho menos desapercibido. Just one drink se balancea entre el country, el aire irlandés de taberna, y como no el propio sonido sello White, un medio tiempo ejecutado con precisión absoluta. Alone in my home entra con un piano saltarín precioso que ya te susurra la melodía, y permite entrar a la voz y sus coros, otra vez deliciosos, otra gozada de la factoría de este genio. Entitlement es un tema lento de claro acento country y que es el perfecto contrapunto a lo que hasta ahora habíamos oído. That Black Bat Licorice tiene un riff de guitarra demoledor al principio que marca el tema, la voz casi de ultratumba acompaña para luego desatarse, además de un sonido compacto, y una banda que suena de lujo, temazo de tomo y lomo. I think I found the Culprit es totalmente folk, bebiendo de las mejores esencias de Crosby, Stills, Nash & Young como no, cambios de ritmo muy acertados y ese aire oscuro que sobrevuela la canción y le hace muy atractivo. Want and Able remata el discazo con armonía, voces preciosas y sentido positivo.
En definitiva un disco de escucha gloriosa, por lo menos por mi parte del tirón, y dónde hay multitud de matices que da gusto comentar. Jack White no suele dejar nada al azar y desde luego este disco es un gran trabajo. Sigue la senda marcada por Blunderbluss, pero encima para mi, la supera. Os dejo con el vídeo de Lazaretto, un tema temendo, y no menos dicho vídeo.