"Lo abandone yo, - dijo la mujer - lo llevé de Granada a Santa Fe y lo dejé allí por la calle"
Así, sin escrupulos ni vergüenza nos lo decía ella hoy cuando encontramos a Jacky y vimos en el veterinario que tenía chip. Esperábamos encontrarnos con una persona que lloraría de alegría al saber que encontramos a su perro, sin embargo nos topamos con esta fría declaración. Llevaba más de un mes en la calle. Su precioso pelaje largo de color blanco y negro estaba lleno de rastas y nudos, tanto que le dolía de los tirones que le producía. No tuvimos más opción que cortárselo todo. El perro estaba triste, andaba despacio, sin ganas y dejaba que le hiciéramos todo sin rechistar... Ahora está en una casa de acogida, es muy tranquilo y educado, no hace nada en casa. Es muy urgente que salga un adoptante responsable para él, porque la persona que lo acogió en casa no puede tenerlo. Está en Granada y se envía
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