Me vienen imágenes a la cabeza. Algunas reales, otras probablemente también.
Ellos no sabían nadar. Cuando hay muertos siempre son pocos los que consiguen terminar el viaje, comentaban. Efectivamente algunos habían desaparecido. Cabe aclarar que el concepto de viajar aquí utilizado no estaba asociado a vacaciones, ni a escapada rural, ni siquiera a los deportes de riesgo. Encontraríamos un sinónimo en la supervivencia.
Los corresponsales ya están allí. Llega otro fotógrafo y retrata el cuerpo de una persona flotando sobre el agua. En un instante tan efímero como el que duró la toma una ola posa la figura sobre una roca. La siguiente ola le hace desaparecer. Jamás será rescatado, lo adelanto. Seguir leyendo