James McNew, es fácilmente reconocible por su trabajo al bajo en Yo La Tengo, pero en solitario tiene algunos discos de lo más apañados y como no, entrañables. Hay algo en el aire que respiran estos señores de Hoboken que les hace ser entrañables e irresistibles. Este disco, además se enmarca en la cima de refinamiento de Yo La Tengo, el año que publicaron "And The Nothing Turned Itself Inside-Out", que independientemente de la apreciación si es su mejor disco o no, se ha demostrado que fue el momento donde consiguieron refinar su sonido de la manera más definitiva y desde entonces, no han podido entregar otro disco esencial pese a mantener el tipo de sobra en sus distintas entregas. Aunque hubo una versión inicial en formato cinta en 1998, con la mitad de los temas en formato cassette.
James McNew, también entregó su disco más refinado dentro del destartalado mundo de Dump, con regusto en sus anteriores y deliciosos "I Can Hear Music"(1995,año de "Electro-Pura") y "A Plea of Tenderness"(1997,año de "I Can Hear the Heart...), donde jugaba con composiciones propias y variadas dentro de los discos, hijos de un sonido de bajo presupuesto pero de alto entretenimiento. Pero el remate lo puso con este disco de versiones de Prince, repasando en distintas claves canciones del innombrable artista de funk. Ya el título, es una auténtica parodia acerca del nombre de Prince.
El disco, desde el inicio exhibe una mayor contención de ideas y un mayor refinamiento, que le hace estar especialmente acertado durante todo el disco, regando con su voz un halo de ternura y la sensación de experimento entrañable fuera de toda duda.Pero, estos adjetivos no son dichos con ánimo lastimero. Están orientados a la admiración que provoca este material cada vez que lo escucho.Porque se puede perseguir a Daniel Johnston. Pero jugártela con "1999", canción del disco homónimo del 82 y hit clásico, remodelándola a un maratón neo psicodélico donde juegas en una liga cercana a la Beta Band u Olivia Tremor Control,al aire casi Lou Barlow en "Raspberry Beret", esta de un disco de Prince junto a The Revolution de 1985,con baterias distorsionadas y teclados psicodélicos y el aire chulesco Bo Diddley meets Cramps en la tremenda "Erotic City",cara B tremenda de Prince en versión extendida.El toque dulce se mantiene en "Pop Life, "The Beautiful Ones","When You Were Mine",...pero es con "A love Bizarre","Dirty Mind" y "Girls+Boys" con las que le mete una producción de experimentación casera y electrónica que puntua muy alto.En resumen, un disco sin complejos y muy recomendable.