Hay muchas cosas en éste disco que no deberían funcionar, en teoría. Lo pones y tú eres quien se va de cara, gracias a los sutilmente enredados arreglos y estructuras tramadas por Monáe (tantísimo gusto, bombón) en éste, disco de pop del milenio hasta ahora. ¿Hiperbólico? Decide tú.
Virgencita de Chocolate