Januca VIII

Publicado el 07 noviembre 2011 por Zeuxis


La purificación del amor§ 4. TERCER HRÖNIR. Clave: El señor del submundo y los objetos fantasmas 
― … había una gran balsa, estaba construida con juncos y sobre ella iba el Guardián y los doce sacerdotes, le llamaban la balsa de Eldorado.Había un recipiente, un poporo que una hermosa sacerdotisa resguardaba en el altar construido justo en el muelle de la laguna.La gran ceremonia de la balsa se llevaba a cabo como ofrenda a los guardianes que entregaban su vida luchando contra los “Invisibles”. Cuando un guardián de Ouclar moría era necesario despojarlo de todas sus riquezas, devolvérselas al señor de las llaves para que el alma pudiera ser leve y lograra volar, para ello se hacía la balsa, se llevaba en su centro al cadáver, doce sacerdotes del templo del Sol de Sogamoso eran los encargados de sumergir el cuerpo adornado del guardián en la laguna y de volver ilesos a la orilla con el tunjo purificado que era depositado en el poporo hasta convertirlo en ceniza.Sólo los objetos fantasmas te resguardarán. El poporo y el tunjo; tienes que construirlos, realizar tu propio colgante, crear tu propia urna, tu poporo esencial. Cuando termine la fiesta de las luminarias, la celebración del Janucá, deberás hacer la ceremonia de la Chicha, en un totumo que llenarás con agua sagrada deberás bañar tu colgante; esta es la receta para que elabores la Inna suit. Recuerda beberla cuando el tunjo flote; todos tus poderes te serán entregados ese día, recuerda que desde entonces todo lo que te sea dado debes protegerlo para el bien, no de la humanidad sino de todas las especies del universo. Ese día serás mujer. Cuando termines de beber la chicha, guarda el tunjo en el poporo y espera hasta que El siete cueros florezca, desde entonces no dejes de llevar tu colgante.― ¿Cuál siete cueros?― El que crecerá dentro del poporo.― Pero, entonces cómo voy  a sacar el tunjo― Cuando todas sus hojas caigan el Siete cueros desaparecerá y podrás sacar tu colgante.― Una pregunta: ¿por qué me cuentas todo esto, qué tienen que ver los guerreros y los guardianes, por qué me cuentas lo de la ceremonia fúnebre si lo que voy a realizar es una ceremonia totalmente diferente?― Porque tu eres la sacerdotisa. Estás en peligro, debes reconocer todo lo que pueda pasarte y también quiénes son los que intrigan contra ti. Recuerda que los guerreros de “El pueblo del muerto” también llevan colgantes, los exhiben en sus pectorales, algunos colgantes son sólo un talismán perverso o degradado, reproducciones de ellos mismos, de la degeneración de su alma, son como un monicongo, si logras destruir el muñeco o el objeto de oro  que lleve el guerrero entonces logras destruir a su dueño. Se dice que cuando un Guerrero de la muerte es destruido su colgante va a parar al “Cementerio de las piedras sangrantes”, este mausoleo del inframundo está ubicado en Restrepo. Cuando se vence a un guerreo de la muerte su colgante debe ser entregado a las valquirias que son las mujeres de esta región, ellas parecen Pavo reales, siempre van vestidas de mil colores, con los hombros desnudos prestas a la lucha y al amor, ellas son las responsables de dar paz al enemigo.Recuerda todo esto, ya que cuando tus poderes sean entregados, tendrás una misión que está enlazada a estos hechos.Isabella… nuestro amor tiene una debilidad, nos ciega ante ciertos eventos, sobre todo ante los de Marcial, por eso debes saber  todo acerca de él. Marcial es el señor del submundo cuando desaparece deja tras de si un olor a perro mojado, cuando escuches un  manojo de llaves, corre, Marcial estará buscando almas para encerrar, teme sobre todo al oro que es su elemento, su riqueza y sobre todo huye cuando veas una Machaca, este insecto anuncia su aparición, su furia, su presencia y tu no debes estar, nunca, cerca.  Hoy no sólo llueve, hoy llueve por ti Isabella, no sé la razón de ese llanto, sólo sé que es por ti, Recuerda que Marcial es adamastosystygeros, su presencia duele. El es el Invisible y tendrás que entrenarte muy bien para poder reconocer el peligro.En efecto el aguacero que se precipitaba sobre la ciudad tenía un tono melancólico como de queja y desamparo.Gustav abrazó fuerte  a Isabella que se encontraba nerviosa; este abrazo fue el último que se dieron. Isabella salió de la sala, bajó hasta el primer piso y desapareció entre las calles. Gustav se quedó sentado, meditabundo, inseguro, algo no estaba bien, la tarde había sido maravillosa, habían entablado un juego coqueto  y tierno  en la terraza observando el atardecer entre la lluvia, se habían declarado el amor con besos vertiginosos en el interior del ascensor y habían comenzado a descubrir sus más íntimos secretos envueltos en una conversación grave y secreta, a pesar de todo, cierto gusto desagradable en los sentimientos pujaba como una baba pegajosa y amarga. Gustav observó un colmillo de dientes de sable refulgir en el pecho de un hombre que salía presuroso; la lluvia cesó. Gustav tembló.