Contracción y Convergencia
Justicia climática
3 de septiembre de 2010
Joaquín NietoPresidente de honor de Sustainlabourjqn.nieto@gmail.com
Las imágenes de ciudadanos con mascarillas por calles envueltas en humo, de helicópteros rescatando personas encaramadas en árboles y tejados bajo inmensas extensiones de agua, de gente atrapada bajo edificios sepultados por corrimientos de tierra,… han abierto una y otra vez los telediarios estivales. Las catástrofes climáticas han acaparado como nunca los telediarios. ¿Ha sido por ausencia de otras noticias debido a que muchas fuentes informativas se quedan mudas en agosto? o ¿ha sido, más bien, porque tales desastres eran la noticia más relevante y lo habrían seguido siendo en otras épocas del año?
Los impactos de los desastres han sido tan extensos y de tal magnitud que la Organización Meteorológica Mundial ha considerado necesario hacer un comunicado advirtiendo que "estamos viviendo una secuencia sin precedentes de eventos meteorológicos extremos": La ola de calor que invadió Rusia ha sido la más intensa en 130 años de registros, las temperaturas superaron los promedios casi 8°C y los termómetros en Moscú marcaron el récord histórico de 38,2ºC cuando la temperatura promedio para la época es de 23°C. Inmensas extensiones en Asia y partes de Europa central han sufrido inundaciones bíblicas. En China lluvias inusuales en el norte han causado devastadores desprendimientos de tierra sepultando miles de edificios. La sequía se ha incrementado en África subsahariana. También Australia ha sufrido una severa sequía y Estados Unidos fuertes inundaciones, que también han sido noticia en España…
Todos esos fenómenos han causado la pérdida de millones de hectáreas de bosques y cultivos y víctimas humanas. Las hay en todos los continentes, incluso en España han perecido algunas personas en las inundaciones de de agosto. Las más numerosas son ahora en Pakistán, donde hay veinte millones de afectados, dos millones de desplazados que han perdido sus hogares, y las muertes suman ya 1.600, pero se teme que esa cifra se multiplique a causa de las enfermedades infecciosas.
Aunque cada episodio climático extremo aisladamente considerado pudiera obedecer a causas diversas, la proliferación de todos ellos tiene relación con el calentamiento global: el primer semestre del año ha sido el más cálido de los últimos 131 años y es posible que 2010 acabe siendo el año más cálido de la historia. Así lo ha relacionado la organización meteorológica de Naciones Unidas, afirmando en su comunicado: "los extremos siempre han existido, pero todos los eventos citados igualan o superan en intensidad, duración y extensión geográfica los más grandes sucesos registrados históricamente. La ocurrencia de todos estos fenómenos casi al mismo tiempo hace preguntarse sobre su posible relación con el predicho aumento e intensidad de los eventos climáticos extremos que avanzaba el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU en su cuarto informe de evaluación en 2007".
Así pues, si no se trata de una maldición bíblica, si la causa son las emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando un cambio climático, si estas emisiones provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles para el suministro energético, si las políticas energéticas las deciden las empresas y los gobiernos… alguien tendrá que asumir las responsabilidades. Pero esto, como diría Kipling, es otra historia. ¿O es la misma?