Alice in Chains habían conseguido enganchar con "Facelift", su álbum debut en 1990 y quemaron Seattle con el brutal "Dirt" de 1992. Entre medias "We Die Young" y "SAP", dos EPs que mostraban algunos aspectos diferentes a la belleza brutal que la banda había ofrecido en sus dos álbumes de estudio. Incluso los temas más duros, heavys o sucios de "Facelift" o "Dirt" mostraban una sensibilidad que empapó sus himnos de guitarras sucias sobre alienación y desesperación.
Efectivamente aquellas composiciones casi ocultaban esa belleza fruto del sentido de la melodía de la banda y de unas poco frecuentes armonías vocales, pero incluso con eso era difícil predecir un artefacto como el EP que Alice in Chains iban a publicar en 1994. Aquel EP se llamaría "Jar Of Flies" y hoy en día se puede decir que es sin duda uno de los mejores trabajos de la banda y hay que colocarlo en las mejores esfuerzos de la convulsa década de los 90. 30 minutos de brillantez absoluta que revelaron el lado más melódico de Alice in Chains de un modo lleno de alto voltaje emocional.
Un trabajo acústico en su mayoría salpicado de retazos eléctricos como los solos de guitarra o las lineas de bajo. Un EP experimental y diverso que transita con facilidad pasmosa por un sinfín de géneros pero que conserva asombrosamente su unidad y su cohesión, pasando de un tema lleno de belleza a otro incluso más bello todavía. "Jar Of Flies" es profundo e impactante y muestra a Alice in Chains poniendo una pasión nunca vista en su interpretación, convirtiéndose además en el mejor ejemplo de su versatilidad.
La belleza de las letras en "Jar Of Flies" está envuelta por la música más melódica que jamás escribió Alice in Chains. El talento de Jerry Cantrell puso notas a los fascinantes letras creadas en su mayoría por Layne Staley. Su voz, la de Staley, marida a la perfección con las líneas de guitarra propuestas por Cantrell, personificado el sonido de la banda y bordando su interpretación vocal llenandola de alma y sentimiento.
El trabajo de guitarras de Jerry Cantrell, más allá de su maravillosa labor compositiva, es superior y sofisticado y muestra su absoluta capacidad y dominio de su instrumento, algo que sin duda ofrecen Mike Inez con sus impactantes líneas de bajo y Sean Kinney con su melodica batería, combo rítmico de quilates capaz de dar soporte a los intrincados vericuetos compositivos de voz y guitarra.
Abre "Jar Of Flies" con el magnífico riff de bajo de Inez para "Rotten Apple", un tema de belleza épica reminiscencia de "The Rain Song" de Led Zeppelin. Maravillosa melodía de guitarra y bajo, fabulosas armonías vocales y solo y efectos de guitarra completamente hechizantes para un tema casi perfecto tras el que llega la embriagadora emoción de "Nutshell", algo más que una balada acústica, casi una definición de la vida de Layne, el tipo cuya voz retumba por todos los orificios de un tema profundo y poderoso.
"I Stay Away" ofrece una magnífica melodía principal y unos arreglos de cuerda de una ejecución impecable, con ese añadido orquestal que verdaderamente eleva la composición. Después la pegajosa adicción de "No Excuses", un tema acústico pero lleno de rock con un gran estribillo.
Aparece "Whale & Wasp", un tema pequeño tranquilo y elegíaco en modo instrumental que sorprendentemente se acerca al rock progresivo y muestra la habilidad compositiva de Jerry Cantrell. Ojo a la armónica. Después la belleza acústica de "Don't Follow" y la diversión jazzy, funk, y blues de "Swing On This" que sirve para cerrar de otro modo un álbum en su mayoría triste y oscuro.
"Jar Of Flies" definió a Alice in Chains como una identidad musical y recondujo su trabajo al tiempo que se apoderaba de nuestros corazones, sorprendiendonos con un fabuloso cambio, distante de todo lo que había un fabricado con anterioridad.