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José Naveiras
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Bio-bibliografía
Licenciada en C. C. de la Información. Estudió Periodismo en un centro adscrito a la Univ. Complutense de Madrid. Tras un largo etcétera en empresas del sector periodístico, en la actualidad dirige el departamento comercial de varias revistas de tirada nacional, colabora con medios - periódicos digitales, revistas y empresas en las áreas de Comunicación, Marketing y Publicidad - y compagina su labor profesional con la participación activa en recitales, talleres y tertulias literarias.
Escribe poesía desde los 9 años. Fue Vocal artístico de la Asociación Artístico- Literaria Versos Pintados del Café Gijón. En la actualidad es miembro de la Asociación cultural La Vida Rima y participa activamente en la Tertulia Gerardo Diego del Café Oriente, todas ellas de Madrid. Ven ¿eh? No (2008) fue su primera obra publicada.
Su blog http://silberia.blogspot.com
Poética
Ligada al mundo de las Artes y las Letras, Jara Bedmar Pecellín (Silberia), considera necesario devolverle a la Vida todo lo ésta le da. Quizás por eso su poesía puede catalogarse social, como forma de ofrecer amparo, de reparación, de búsqueda hacia la felicidad y el amor pero, sobre todo, de llevar al lector hacia un no perder el tiempo en este espacio que nos ubica hoy y ahora.
Poemas
SÓLO TU BOCA
En tu cama
dos cuerpos,
como voces
en verso.
_____________Mi cuerpo
____________Como versos
Palabras,
mis besos.
Los labios
en tu cuerpo.
Tu cuerpo.
Sólo tu cuerpo.
En mi tinta
tu boca.
Tu pluma
en mi estrofa.
_____________Mi cuerpo
____________Como versos.
Tu prosa
en mis manos.
Mi verbo
en tu boca.
Tu boca.
Sólo tu boca.
ME FUMO HASTA LAS LETRAS
Me fumo hasta las letras.
Aspiro la sapiencia de otros.
Me contagio con sus humos.
Aliento mis pulmones buscando el significado de cada uno de sus incendios internos.
Me es imposible leerles sin que me duela la voz,
sin dañarme el alma.
Enciendo otro cigarro. Recuerdo sus cenizas.
Retomo la sensación de las colillas de sus frases en mis labios
y me pregunto si tendré tiempo y espacio para consumir a todos.
Calada a calada
me vuelvo más adicta a la nicotina de sus páginas;
reconozco el mono sólo cuando las mías todavía siguen en blanco.
Descanso tras absorberles. Asimilo lo leído.
Miro por la ventana. Recobro el aliento.
Observo el alquitrán y respiro otro aire…
… esta vez,
menos puro.
SOMBRAS
Quedemos.
En alguna parte.
Pero no permanezcamos para siempre.
Permanecer es
más que quedarse y,
eso,
puede ser demasiado tiempo.
Vayamos
hacia a esa parte
donde quepamos de pie
para que nuestras sombras no se enreden
en nuestros tú y yo.
Si alguien debe enredarse,
esos son nuestros cuerpos
y no ellas,
-las sombras-
que luego pesan más que nosotros mismos
y cuesta desenredarlas.