Ya sabemos que las viviendas en Japón son minúsculas, pero los espacios están perfectamente diseñados para ser prácticos y aprovechar el espacio lo máximo posible. Por lo visto en este caso, el cliente quería convivir plenamente con un jardín. Quizás otros arquitectos, pienso en arquitectos españoles, hubieran diseñado una vivienda, y en el exterior, si es que hay espacio, realizamos un pequeño jardín o una plantación. Pues bien, en este caso, el jardín tiene su protagonismo dentro de la arquitectura, se encuentra situado en el interior de la vivienda y adquieren gran importancia debido a que se encuentra rodeando al espacio principal.
La entrada a la vivienda es estrecha y angosta, pero lo que encontramos dentro es una auténtico paisaje.
Desde luego con esta imagen, no nos hacemos a la idea de que habrá en el interior.
Si vamos haciendo un zoom:
Parece que las plantas empiezan a aparecer.
No penséis en un vergel, sino en un jardín más bien conceptual, incluso un paisaje, pero la presencia del mismo dentro de la vivienda, y su relevancia, hacen de este lugar un espacio muy interesante.
Empezamos el recorrido:
Creo que queda bastante claro la relevancia de este jardín que va recorriendo las habitaciones de la vivienda. Sin embargo, no es un jardín con un diseño rebuscado, sino una base de piedras, con ciertas plantas que crecen en altura o que se descuelgan y unas baldosas que se apoyan sobre esas piedras, que funcionan a modo de circulación, por lo que se pasa del jardín a la casa, transitando por dichas piezas.
Los japoneses valoran mucho los jardines y paisajes, el origen de su religión shintoista, el amor por la naturaleza, la idea de que los dioses se encuentran en ella, (genius loci), hace que tengan deseos de convivir con ella y disfrutarla, incluso en sus espacios cotidianos.