Jardines de Sabatini y Palacio Real
Tras la proclamación de la II República el Gobierno incautó diferentes bienes del Patrimonio Real, entre ellos éste, que cedió al Ayuntamiento de la ciudad para que lo convirtiera en un espacio público para uso y disfrute de los madrileños y demás visitantes. Las obras comenzaron en el año 1935 pero la Guerra Civil paralizó los trabajos, que prosiguieron posteriormente, finalizando en 1950.
Alegorías ecuestres
Los Jardines de Sabatini están divididos en tres terrazas: la inferior está marcada por la simetría de los parterres a ambos lados de una gran lámina de agua, flanqueada por varias estatuas que en su día debieron de coronar el Palacio Real. Mirando la fachada norte de la antigua residencia real nos encontramos a la izquierda a: Alfonso VI, Alfonso VIII, Jaime I el Conquistador y Alfonso X el Sabio. La parte derecha está decorada con las figuras de: Felipe II, Fernando V el Católico, Isabel la Católica y Fernando III el Santo.Estatuas de reyes
La segunda terraza, compuesta por un pequeño bosque de pino y decorada con dos figuras ecuestres y un pequeño estanque circular decorado con una fuente sobre la que se sitúan tres tritones, forma un balcón sobre la anterior que permite disfrutar de la totalidad de la fachada norte del Palacio Real. Una de las esculturas ecuestres representa a una figura masculina vestida a la antigua en el momento de ser derribado por un encabritado caballo y la otra encarna a una figura femenina ricamente vestida montada en un brioso corcel.Fuente con tritones
La tercera terraza está decorada con un juego de parterres y grandes cedros. Por último, la entrada a los jardines por la calle de Bailén está vigilada por una escultura del rey Carlos III, obra del escultor Juan Adsuara Ramos quién ganó el concurso promovido por el Conde de Mayalde para la ejecución de la misma. La estatua representa al rey vestido con armadura y capa anudada con un lazo al pecho, bajo el que aparece el collar del Toisón de Oro. Además lleva una peluca recogida por detrás con una lazada y apoya su mano izquierda en el escudo de la Villa, que a su vez descansa en uno de los capiteles de la Puerta de Alcalá.Carlos III
Madrid está esperando a que la descubras…