Para que veáis como es el jardín de la escuela, he cogido de Google una imagen aérea.
Tiene un laberinto muy amplio en espacio, pero cuyos setos de aligustres son pequeños para que se puedan esconder los niños, pero sin asustarse. Tienen una huerta canijilla, donde este año, he colaborado y realizado algunas actividades con los padres y niños, con muchas limitaciones, pero muy interesante. Y tienen espacios de arbustos y de arena, donde los niños más mayores exploran y juegan.
Aquí os enseño cómo es el laberinto:
Os enseño también la zona de huerta, que es pequeña, pero este año hemos obtenido algunos frutos y que los niños lo han podido disfrutar. Han comido, guisantes, fresas, acelgas, etc.
A modo de reflexión, quería comentar, la importancia de que los niños, desde pequeños estén en contacto con el espacio exterior, como espacio de aprendizaje y de experimentación. Creo que sería interesante que los colegios, las escuelas infantiles tuvieran un buen jardín donde los niños aprendieran a disfrutarlo y a respetarlo.