Jardines Zen

Por Arqky
Antes de adentrarnos en lo que es un jardín Zen y como se construye, me gustaría aclarar (para quienes no lo saben) que es la filosofía Zen y en qué consiste. El Zen es una escuela, cuya filosofía se basa en la búsqueda de la iluminación a través de técnicas como la meditación, la visualización creativa y el Yoga. Pese a que su origen es Oriental, sus beneficios son totalmente válidos en occidente, ya que a través de la filosofía Zen se busca lograr un equilibro en el día a día que nos permita desarrollar nuestras actividades con total concentración y sin perder el foco, lo cual, a la larga se traduce en metas alcanzadas y crecimiento personal.  El Zen es una disciplina que estudia la mente humana y su funcionamiento esencial, aunque no es propiamente una terapia, su modelo mental permite revisar los paradigmas y arquetipos que caracterizan la vida moderna y la llenan de agobio, y presta las herramientas para lograr cambiarlos y adaptarlos a un vivir más sereno combinando las exigencias de vivir y ser exitosos con la necesidad de todo ser humano de lograr su felicidad.Si desea leer un buen artículo relacionado con el significado de Zen, les recomiendo visitar el siguiente enlace: El Zen, esa extraña filosofía que domina corporaciones

Que es un Jardín Zen?

Un jardín Zen es, básicamente, un lugar que invita a relajarse y meditar. Su distribución, elementos y características poseen ese cualidad terapéutica que emana tranquilidad y quietud, es por ello que se debe cuidar los detalles y tratar de mantenerse lo mas fiel posible al estilo original. 

Que elementos componen un jardín Zen? 

  1. Luz natural: Es de conocimiento general la importancia que tiene la luz en los seres vivos. Si ella no es posible la vida. Dele a sus jardines un toque interesante y moderno agregando lamparas colgantes. 
  2. Agua en movimiento: A través del agua la energía fluye y se transforma. Su sonido es estimulante para la relajación y la conexion con nuestro yo mas elevado.
  3. Arena o arrocillo: Representa la tierra, el mundo donde vivimos. 
  4. Bambú (y otras plantas ideales): Los setos, arbustos bajos, arboles enanos y plantas de tallo largo como el bambú o el papiro serán ideales. 
  5. Un buda (sin importar nuestra religión): Debido a que el Buda es puramente de carácter ornamental, nuestras creencias religiosas no se verán afectadas o disminuidas con la presencia de esta estatua en algún rincón del jardín, su postura nos sirve para recordar que estamos en un lugar de meditación. 
  6. Linterna tradicional japonesa: Su diseño y suave luz permiten que durante la noche el jardín adquiera un nuevo significado como espacio de relajación y esparcimiento social. 
  7. Mobiliario de lineas rectas y pocos detalles: Como bandera de la simplicidad el estilo Zen no es compatible con los espacios extremadamente ornamentados o recargados con nada mas allá de lo necesario. De lo único que se puede (hasta cierto punto) abusar es de las plantas, siempre y cuando estas sean fieles al estilo. 

  8. Piedras: En el pasado, las piedras eran las camineras del jardín. Hoy en día su uso es enteramente decorativo, sirviendo para separar áreas, dividir ciertos tipos de plantas de otras o delimitar el espacio.