La virtud del defecto. La búsqueda incesante de la belleza en las imperfecciones, los accidentes o las casualidades. La provocación. El inconformismo. El trabajo y el aprendizaje constante. Son ingredientes que marcan en gran medida la obra de Jaume de Laiguana, otorgándole su inconfundible, atractivo y particular sello de autor.
La virtud del defecto. La búsqueda incesante de la belleza en las imperfecciones, los accidentes o las casualidades. La provocación. El inconformismo. El trabajo y el aprendizaje constante. Son ingredientes que marcan en gran medida la obra de Jaume de Laiguana, otorgándole su inconfundible, atractivo y particular sello de autor.