Javier catalán

Por Acalvogalan

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Javier Catalán. Orihuela, 1973.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia.

Desde 2008 compagina su actividad creadora con labores de gestión y organización de eventos culturales.

Ha publicado trabajos periodísticos y literarios en distintos medios nacionales e internacionales.

Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías.

Ha participado en numerosos encuentros literarios celebrados en diferentes ciudades españolas.

En 2008 y 2010 co-dirigió y realizó dos homenajes a Miguel Hernández en Italia, en las ciudades de Tolentino (Macerata) y Cagliari (Cerdeña).


Poética
POESÍA
   No me sucede lo que a aquel poeta               que versifica a una beldad pintada,   y al cielo mismo emplea como adorno,   midiendo cuanto es bello con su bella;                                                                            William Shakespeare
         Poesía es el lenguaje originario cimentado en la primitiva necesidad del ser humano, que no aguantó más y reventó en palabras, para decir simplemente que se sentía solo y que tenía frío.   Poesía es el lenguaje infinito, el despertar de un tiempo al otro lado del tiempo, donde todo era pasado, presente y futuro simple. Hoy la poesía lucha por su vida entre pretéritos imperfectos, presente complejo y un futuro incierto.      Poesía es la sublimación del lenguaje, el verbo sin conjugar, mensaje astuto y rotundo sin letra pequeña ni fecha de vencimiento. La raíz más profunda de la tierra, de una tierra imaginaria regada gota a gota con la firme queja del alma.   Poesía no entiende de honores académicos, evalúa muy adentro, severamente, a corazón abierto y no se deja engañar fácilmente.   Poesía es... la cirugía del deseo.
   El poeta escribe, y escribiendo siente la vida entera fluir entre sus manos: ama, con la esperanza aún de ser amado en la oquedad recóndita del último aliento; padece, al descubrir la fragilidad de su propia existencia; llora, al comprender que todo es fugacidad y lamento, que ni el dolor permanece... Al comprender que todo es inútil.   El poeta siente, ama, padece, llora... y sólo después escribe.
   Poesía es el recuerdo del beso distante, del beso solitario labrado en la eternidad de un quejido silencioso y nocturno, cincelado con la amarga cadencia del latido constante, entre suspiros de un crepúsculo secreto; la incertidumbre del enamorado, el aroma silente de la rosa entreabierta, de la rosa que no atiende, de la rosa que no entiende y vierte su vómito de espinas sobre un corazón coronado de derrotas.   Poesía es la música que ameniza nuestra pobre existencia, la herida abierta del desengaño, la leve sonrisa del recuerdo,la insobornable lágrima callada que lenta e inefablemente nos arrulla en diabólica melodía.   Poesía es, al fin, amar en pocas palabras.
Poemas
LA SONRISA DEL GATO
               “Una rama de espino ha penetrado en mi corazón y sin embargo no he despertado de este sueño”   Antonio Gamoneda
I      Un hombre camina   lentamente apoyado   en la silueta de su bastón.   Camina sin dejar huella coincidente   aunque reconoce los pasos de aquél que fue   y de aquél que es ciertamente   en otro lugar lejano o tal vez futuro;   en cualquier caso, en otro lugar y en otro tiempo   inalcanzables para él.   Y sonríe mientras piensa en ello.   Y se pregunta, a un tiempo   cuánto dolor es capaz de soportar una sonrisa.
II      En otro lugar, tal vez en otro tiempo   un hombre abre sus manos afiladas     con gesto de leyenda.   Abre sus manos y en sus ojos ahuecados   por el odio la luz se calcifica sin pretexto.   Y en sus garras ondea el abandono   grotescamente agasajado   como un adalid triunfante.   Y el dolor que no siente es un simulacro   de la vida derramada que con afán desteje.
III      La sonrisa y el cuchillo   se funden en una mueca extravagante   y no existe doctrina que reconozca   la verdadera dimensión de su amenaza.   En ocasiones, cuando el espanto erosiona   la inalterable solidez de la cordura   los ojos articulan palabras   sin relación gramatical de parentesco.   Son vocablos verticalmente erguidos   que se desclavan de su tronco conyugal   y desnacidos se consumen   en el asombro fugaz   origen de su quebranto   con tal violencia amortiguados   que sólo encuentran vía de redención   en el solemne apremio de la mirada.
   Es entonces cuando los ojos deletrean   con la disimulada sonrisa de un gato   el riguroso clamor de la contrariedad   desembargada en silencio conjurado   por su garganta de infinitas voces y lamentos.
   Es entonces cuando una respuesta esencial   desprovista de todo argumento   quizá baste para comprender la antifonía   de esta paradoja insuperable
EN PRIMERA PERSONA
                        La muerte no interrumpe nada,
y sin embargo                                                  no puede haber un día que alumbre el mundo               entero al mismo tiempo,                                                                                                                                                              Luis Rosales            Tantas veces te he visto morir   resucitando en mis brazos...         Te propongo caminar conmigo   al origen de mi deriva   a la luz de esta sombra inacabable   que me abraza y me recuerda   que no hay mayor dolor   que aquél que te arrastra atormentado   a la fuente del remordimiento   donde la culpa certifica su angustia   y clama su redención   en el santuario de la cobardía.
   Si me acompañas al corazón de mi reino   te arrancaré la vida   como quien caza un sueño   sobrevolando el mapa oculto   de tu paraíso cautivo   en el atlas inabarcable   de su infinito destierro   sobrenadando la oscura grieta del desengaño   en el umbral sagrado de la impenitencia   aojando en tu carrera la semilla lunar   caminando sólo tú, sola y sin fianza   mientras la huella de tu futuro   se desvanece hoy en el último renglón   de tu esperanza.   Y en el eclipse póstumo del desamparo   te mostraré el infierno de mi alianza   en el abismo de la eterna paradoja.   Rendida la claridad de tu empeño   en la geografía suicida      de mi perversa cruzada   sellaré tu condena   con la llama versal del desarraigo   prendida en el poso insoluble   de tu desdicha.      Y morirás anochecida tu ofrenda   en el óbice ardiente de mi deseo   sólo tú   sola   triunfante   morirás de nuevo junto a mí   resucitando en mis brazos.
DOLOROSO AMANECER Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
 Antonio Machado      I   Doloroso amanecercuando se proyecta en la nostalgiade una ambición desvanecida.El futuro es un recuerdo que te persigueagazapado en el vértice más oculto   de tu declive.   Y en su firme caminar de natural adolescenteacecha a cada paso la frágil silueta de tu huellay se nutre en la pulsión atormentada de tu penaya mirada prematura de original transparencia.
Pesado caminar entre las ruinasy el delirio cabal de tu inocencia.
Confinado en el orden inmensurable de su imperiobuscas ausentarte en la mirada venial   que sustenta una promesa.Eterno prontuario de la espera eterna.
II
Si vencido decides replegarteen el abismo terrible de la aniquilación      a solas   recluido en el firme contorno de la herida   cegado por el brillo homicida de su espada   sin remedio y sin consuelodesprovisto ya de razonesque la noche cauteriza en la mirada entumecida   de un recuerdo yacente   oirás más allá del eco prolongado de tu llantola melodía cruel de un destino apresadoen el silencio tangible de tu angustia y su celaje.   Y cuando creas haber llegado a salvo   a la otra orilla de tu naufragio   a solas, consumido en el destierro   de su fatal impostura   y en su serena gravedad de juicio indescifrableentreoigas un rumor de cadenas que aún resuenaen la oscura cripta de tu alma   sin remedio y sin consuelodéjame crecer contigo en la desgraciaque de dolor está forjada la esperanza.
      (de "La cirugía del deseo", inédito)