Javier Otaola. La masonería a su manera

Por Vguerra

 
Lo cierto es que el amigo Otaola está en todos los candeleros masónicos, y realizando más bolos y viajes que el baúl de la Piquer.  En algunos corrillos "anónimos " de esos sobre los que nos avisaba no hace mucho el Gran Maestro Guy Arcizet, de que no se les podía hacer mucho caso ya que por más que que se dijesen masones se descalificaban por escribir para el anónimo"… pues eso dicen algunas de estas anónimas lenguas "si el Hermano Javier no tendrá- como el Vidal antimasón- un "negro" que le escriba los trabajos,

Porque entre viajes, el propio trabajo como Defensor del Común que debe ser poco el que le dan sus ciudadanos de Vitoria, escribir sus  novelas policíacas, y sus blogs  las tardes de poteo  que también se echa alguna,  y su masonería fraternal no deben dejarle mucho tiempo, al menos  para tanto como se prodiga  por las librerías.Lo cierto es que este bilbaíno, habitante de Vitoria-Gasteiz, emula a los Grandes Maestros franceses, que al que menos tienen un librillo publicado, hasta Lamibicchi hizo el suyo, ahora falta el Arcizet… y creo que Javier Otaola  va detrás del ranking de Alain Bauer, que también tiene un buen numero e libros publicados, aunque más diversos y rompedores. Pero hay que quitarse  la gorra ante este bilbaino, pues es el único ex Gran Maestre en toda la historia masónica española que tiene tantos libros publicados.Desde que lo tuve allá por el 96 de Gran Maestre en la GLSE no le he perdido la pista, y en los anaqueles de la biblioteca tengo La Masonería Hoy. (Haranburu Editor, 1996 ), . Laicidad. Una estrategia para la Libertad (Bellaterra 1999) La Metáfora Masónica (Hiria 2000) En el Umbral de la Logia (Hiria 2003) y hasta uno que hizo en Colombia: Una Mirada a la Masonería Actual, con Iván Herrera , y desde luego La Masonería en Personas ( Masónica .es 2010) la Logia y la Ley del Deseo (ediciones Atanor 2011).
Ya en su momento él mismo lo expuso hablando del impulso constructor: "un estereotipo de la masonería ha supuesto la logia como una covachuela de intelectuales, maestrillos y plumíferos. No es tampoco raro el caso del intelectual más o menos en vía muerta, que se acerca a la logia con el deseo de encontrar una caja de resonancia y un púlpito al que subir rápidamente para poder hacer oír su voz".
No sé si será su caso pero es innegable que es la caja de resonancia. el referente más intelectualizado de la Gran Logia Simbolica Española, bueno de una parte de ella, al menos de la zona Noroeste, porque la del Nordeste la ocupa con impresionante solidez intelectual Joan-Francesc Pont, y en el Mediodía un muy discreto José Luis Cobos, digamos que luego estáian Castellá, Izaguirre, Tejerina, Vicent Molina, Serna  y otros, y sin ello signifique que me olvide de otros, que ponen su granito también de arena, pero son tapados por tan fulgurantes estrellas.Javier Otaola en esta ocasión  nos sorprende con un doble salto mortal, al cual más interesante, el primero con el libro:  Masonería y Hermenéutica, que hace a dos manos con Ortiz Oses, que es una constante vital en el periplo de Otaola, ya que en su momento el Diccionario de Hermenéutica de Ortiz Osés era insoslayable en la bibliografía masónica de referencia de la GLSE, y cuyo coqueteo intelectual aún perdura, al igual que  con el jesuitismo que representa Alvarez Lázaro, que sigue viviendo de las mieles de aquel famoso libros "La Masonería. "Escuela de Formación del Ciudadano". Pues bien, Javier Otaola, que aparte de todo es un buen liante y enredador,  se ha llevado al huerto a otro autor no masón como Ortiz Osés, para escribir a dúo el libro Masonería Y Hermenéutica, que ha editado Atanor Ediciones, en esa apuesta que está haciendo por los novedades masónicas, y que pese al esfuerzo de la Editorial, el problema con Javier Otaola, es como la de aquel famoso profesor que se pasaba horas y horas explicando la misma cosas pero desde distintas ópticas, por tanto los enfoques y las explicaciones se repiten y con este autor pasa los mismo.Ya lo dije en alguna otra ocasión, cuando leo a Javier Otola, es tener la sensación de que se está leyendo casi siempre el mismo libro, en esa espiral que el llama de CIRCULARIDAD, con ciertos tintes kantianos, alquímicos y luteranos, y es que en ese cuidarnos el "alma masónica" nos aporta dentro de su "visión regular y fraternalista" que tiene de la masonería perlas interesantes, y reflexiones que están dentro de esa línea "centrista de prodiga la GLSE", y que no sé porque razón tanto él, como otros autores vinculados a esta Obediencia, tienen y exponen, esa fijación con la masonería alemana, que aparte de ser de otro cuño e idiosincrasia, nos queda tan alejada con ese ilustrado romanticismo que prodiga, y cuyo alejamiento en parte pudiéramos decir que rompió la crítica Fichet con sus "Cartas a Constant", pero poco más... yo creo que es la influencia del jesuitismo  hacber hecho emblema al krausismo de la masonería.En todo caso, Javier Otaola ha puesto estas semanas atrás en los anaqueles de las librerías dos libros más, en ambos dos casos, son libros de colaboración o coautor, el que ya he citado de  Masonería y Hermenéutica, que ha publicado en colaboración con Andrés Ortiz Osés. Libro que se ha editado en la denominada colección La Escuadra y el Compás, de una reciente e interesante Ediciones Atanor.

En este  libro Javier Otaola le deja el mayor peso a Ortiz Osés, el cual va un poco a su aire con esto de la Hermenéutica, pues mientras Otaola plantea un escenario que a mi juicio aún está pendiente de abordar como es el "repensar nuestra tradición masónica" . Ortiz Osés se va por otros derroteros más de su campo intentando abrir una nueva forma de afrontar las realidades simbólicas. Y digo que me viene en estos momentos bien el libro  para contraponerlo con lo expuesto estos días por el Gran Maestro del GODF Guy Arcizet, que nos hablaba que la ritualistica masónica era esencialmente un quehacer enfocado a la mirada, y viene al pelo, como digo, porque Otoala nos expone en contraposición a Arcizet,  "que el socratismo metódico del trabajo en logia se funda sobre la oralidad de la comunicación y del marco del respeto y tolerancia que se intenta practicar en los intercambios, La oralidad es uno de los elementos esenciales del método masónico. La Comunicación en el seno de la logia debe ser esencialmente hablada, trasmitida por el calor y la proximidad de la palabra"
Por otro lado  resulta interesante por desmitificador el concepto de la fraternidad que desarrolla en el libro  donde entra también en juego, el odio, porque como él nos  dice" Odio y Amor no en realidad tan diferentes… Odiamos cuando algo nos importa, y este es un elemento activo y " surgen del inconsciente relacionado con la autoconservación".

"Esa fraternidad responsable debe fundarse, no en un ciego humanismo de la "compatibilidad" ni el en el falso y homicida humanismo de la incompatibilidad, sino en una alternativa dialécticamente superior en un humanismo consciente, un humanismo del "conflicto"; el reconocimiento de la discordia es el reconocimiento de la misma sociabilidad y la diversidad.."

Tiene el libro, capitulo contenidos en  otros libros, y otras reflexiones ya repetidas y conocidas que no voy a relatar, como tampoco voy a abordar el texto de Ortiz Osés.. Pero siempre es bueno darse un garbeo por estas paginas, de ambos autores porque al menos resultan sugerente…tanto de Otoala como Ortiz Osés, cuyo diccionario de Hermenéutica debería ser una herramienta imprescindible en la mesa de cada masón.Otro de los libros que en parte ha roto el estilo de sus propias colaboraciones, y en general con toda la estilística editora en cuanto a los temas masónicos, es el libro que ha editado MASONICA. Es., en la colección Ediciones del Arco Real, y en que está hecho en colaboración con el fotógrafo Sebastián Utreras. Es un libro de fotografias conde Javier Otaola pone los textos a las fotografías en blanco y negro que aporta el chileno Sebastián Utreras, que rompe con el mito de meter una cámara en el secreto y mágico mundo de la masonería, rompiendo de este modo el delicuescente mundo de la masonería.que algunos idealizan Y Sebastián Utreras lo hace metiendo su mágico ojo en la logia Pitágoras nº 3 de la Gran Logia Mixta de Chile, y es curioso porque por ejemplo en la masonería del siglo XIX y XX en Gijón y en Oviedo hubo importantes números de fotógrafos que fueron masones, pero de ninguno se ha obtenido un solo cliché fotográfico más allá de los retratos oficiales de algunos masones, pero hemos roto ya la frontera con las nuevas redes y es fácil ver fotos y fotos de masones y logias, pero el joven fotógrafo chileno lo hace utilizando por un lado el blanco y negro, y luego huyendo de las pomposas logias del pastiche colorista.El fotógrafo Utreras presenta la logia tal cual, una logia modesta, carcomida por los años y el uso, realizando esa micro representación de la bóveda celeste y, el evocador mosaico negro y blanco que nos es tan conocido a los masones: la compatibilidad y la incompatibilidad, el amor el odio, el yin el yang presentes en el mundo masónico, y  que tan maravillosamente recoge Sebastián Utreras, en esta nueva edición que aborda Masonica.es, en libros de gran formato. En este caso es  el primer libro que abre la futura colección,  y en el nos brinda unas 76 fotografías que recogen desde el espacio masónico: la Logia hasta el periplo final del masón cuando este pasa al Oriente Eterno. Son algunos textos de Javier Otaola que adornas y singularizan algunas imágenes de Sebastián Utreras. Simplemente sublimes. Victor Guerra. MM.:. Rito Moderno