Jawbone UP revisada.
Recientemente Jawbone ha lanzado una nueva versión de su pulsera Jawbone UP, la Jawbone UP24.
Su principal mejora es la conectividad con el móvil mediante tecnología inalámbrica (bluetooth). Cuando comencé a interesarme por este tipo de dispositivos, mi primer descarte fue la Jawbone UP por esto precisamente. Cada vez que se quiera sincronizar la pulsera con la aplicación para poder visualizar las estadísticas había que quitarse la pulsera y conectarla al teléfono mediante la toma de auriculares, algo realmente incómodo.
Ahora es mucho más cómodo y ya en mi opinión, ya puede competir con su rival Fitbit Flex, aunque la Jawbone UP24 sigue teniendo una pequeña carencia respecto a la Fitbit Flex, y es que carece de todo tipo de pantalla (la Fitbit Flex tiene al menos unos indicadores leds con los que podemos ver rápidamente nuestro progreso diario).
Podemos registrar otro tipo de actividades como ciclismo o yoga utilizando el cronómetro que tiene incorporado la propia pulsera, de esta manera no perderemos el registro de ninguna actividad. Como es habitual en este tipo de dispositivos, también es posible monitorizar la calidad de nuestro sueño y registrar las calorías que ingerimos con cada alimento.
La autonomía se ve ligeramente resentida respecto a la Jawbone UP, pasando de 10 días de esta a los 7 días de la Jawbone UP24. Suponemos que será debido a la sincronización inalámbrica.
Una novedad más es que ahora ya se dispone de aplicación para Android. Está disponible en varias tallas y colores.
El precio es de 141,25 € (a fecha de 21 de Abril de 2014)
Foto: jawbone.com