Funcionarios de la Agencia de Exploración Aerospacial Japonesa (JAXA) anunciaron que la cápsula de retorno de muestras de Hayabusha consiguió aterrizar con éxito en la Tierra. La misión Hayabusha despegó en 2003 y desde entonces ha viajado más de 2000 millones de kilómetros a través del sistema solar. En 2005 a las sondas aterrizó en el asteroide 25143 Itokawa, pero tuvo un fallo técnico durante la maniobra. Los expertos no están seguros todavía de que el contenedor de muestras que aterrizó ayer en Australia contenga realmente muestras, pero están esperanzados de que al menos algunos granos de polvo pueden haber entrado en los filtros. La cápsula con el contenedor aterrizó en el área restringida de Woomera en el sur de Australia, alrededor de las 14:00 GMT.
Woomera es una base terrestre única en su género, con un tamaño similar a Inglaterra. Según el acuerdo de cooperación firmado entre JAXA y el gobierno australiano, a el contenedor de muestras de Hayabusha debía ser recuperado de su lugar de aterrizaje, y ser entregado después a los equipos científicos japoneses. Es todo lo que debía recogerse puesto que que la nave nodriza de Hayabusha a se quemó en la atmósfera de la Tierra. Esta cápsula fue liberada a a 40.000 km de la Tierra y apenas tenía 40 cm de diámetro, pero podía contener muestras de rocas y polvo de varios miles de millones de años de antigüedad.
La NASA también desplegó un equipo en Australia, para rastrear la cápsula en su descenso. Este pequeño objeto estaba protegido por un escudo térmico avanzado, destinado para protegerlo de los rigores de la reentrada atmosférica. A diferencia de los transbordadores espaciales, que retornan desde la órbita baja de la Tierra (LEO), Hayabusha se precipitó sobre nuestro planeta a velocidades similares a las que llegan asteroides y meteoritos, por lo que el escudo térmico debía ser más eficiente. "La cápsula llega a con la velocidad de un meteoro natural, o de un asteroide. La velocidad es increíble", explica el investigador principal Peter Jenniskens, del Instituto SETI de Mountain View, California.
Pero la tarea que traer a Hayabusha con éxitos no ha sido nada fácil. Todo lo que pudo salir mal durante el vuelo, salió mal. "Han tenido que superar muchos obstáculos. Perdieron las baterías, su control de orientación, dos de los tres giróscopos. Han tenido que usar un gran ingenio para corregir estas cosas", afirma a el jefe del proyecto científico de la NASA para la misión de la JAXA.
Es una hazaña increíble que JAXA haya conseguidos visitar un asteroide, aterrizar en él, intentar recoger muestras y retornarlas a la Tierra. El hecho de que hayan sido capaces de traerlas a la Tierra es increíble", añade Jenniskens. Si se encuentran trazas de polvo, podrían mantener a los geólogos ocupados durante años. Los expertos creen que definitivamente las muestras de Hayabusa pueden ayudarnos a comprender la formación e historia de nuestro sistema solar con mayor detalle.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!