En esta nueva entrega de “Jazz & Dinos” (puedes ver las entregas anteriores aquí y aquí) vamos a irnos de paseo por los increíbles años 70, donde nos sumergiremos en las procelosas aguas de la vanguardia de la música popular de la época, que en su búsqueda de libertad y nuevos desafíos creativos, obvió las fronteras entre los géneros y las geográficas.
En los 60, el free jazz había recuperado la improvisación colectiva característica de las primigenias bandas de jazz de Nueva Orleans y fue pionero en la fusión del jazz con las músicas del mundo, transformándolo de este modo en una música universal. El siguiente paso era introducir instrumentos eléctricos, como el rock, que había demostrado su tremenda popularidad en los festivales de Monterey (1967) y, sobre todo, Woodstock (1969). Aunque hubo experiencias previas, fue Miles Davis quien impulsó definitivamente la fusión con el rock con In a silent way (1969) y Bitches brew (1970).
Mucho más conocido e influyente, Frank Zappa fue uno de los primeros músicos en romper las barreras entre el rock, el jazz y la música clásica. En 1975 lanzó el décimo y último álbum de estudio junto a sus Mothers of Invention, One Size Fits All. Es fácil entender el peso jazzístico del disco teniendo en cuenta que dos de los miembros del combo, George Duke y Napoleon Murphy Brock, habían tocado con Jean-Luc Ponty (y Duke también con Cannonball Adderley). Otros dos, Chester Thompson y Tom Fowler, habían formado parte de la banda de jazz fusión Air Pocket, y ese mismo 1975 Thompson grabó sus baquetas en Black Market, el álbum donde debutó en Weather Report el inmortal bajista Jaco Pastorius. El caso es que en la contraportada de One Size Fits All hay un mapa fantástico de constelaciones entre las que destaca la de Tyrannosaurus rex.
Y nos despedimos con un tema mucho más moderno, “Super Funky” (2016), de la banda Funk Pterodactyl, formada por el bajista mexicano Alejandro Chapa mientras estudiaba en el Berklee College of Music.