Se trata de la nueva obra de Enric Herrera (ya le conocemos por sus estupendos trabajos "Teoría musical y armonía moderna" en dos volúmenes y "Técnicas de arreglos para la orquesta moderna") titulada "Jazz piano" con el subtítulo acertado de "Un manual de interpretación".
Lo encontraréis en la editorial Antoni Bosch. Efectivamente es una auténtica hermenéutica de las bases de la armonía moderna desde una comprensión de la misma profunda.
Un error muy típico de diletantes en el mundo de la improvisación, la creación en tiempo real, es asociar unívoca e inequívocamente (y añadiría que, para ellos, "irremediablemente", valga la broma) una escala a un acorde, cuando realmente una misma escala "sirve" (es decir, no "disuena" según qué tipo de oídos, más cultivados o no, tengamos en consideración, entiéndaseme latu sensu) para muchos acordes.
Improvisar sobre una base armónica no consiste pues en cambiar de escala conforme aparece un acorde distinto, sino en entender las bases de la tonalidad, las relaciones entre los sonidos y acordes y tener conciencia de las "zonas tonales" primordiales... "Más que pensar en acordes hemos de pensar en escalas", explica.
Paco de Lucía lo ilustraba claramente en un documental en el que repasaba su trayectoria (min. 6 del vídeo). Realmente lo narra desde su propia conciencia de músico con sus propias palabras: "venían los acordes y me agobiaban". Con este libro tendrás una guía para no sentir ese "vértigo". Confiesa Paco de Lucía después en el vídeo que os dejo: "yo no sabía que con una escala podías abarcar tres acordes..." Creo que esa afirmación espontánea viene muy a colación respecto del magnífico y útil libro que os comento.
Como dice en su introducción "este libro es, básicamente, un libro para pianistas", del cual pueden, a mi modo de ver, obtener conocimientos igualmente interesantes instrumentistas polifónicos como guitarristas, organistas o arpistas (aunque, efectivamente, las disposiciones que propone y ejemplifica están pensadas desde el relieve del teclado).
Desde mi óptica, en "Jazz Piano" no hay prácticamente nada que se pueda objetar a lo expuesto, tal es su honda comprensión del hecho musical (de esa estética determinada) pues está escrito desde un conocimiento práctico, exhaustivo y completo de la materia tratada. Muy interesantes las tablas, como la de combinaciones de segundo grado seguido de quinto de la página 103, o las de tónica, sexto, segundo, quinto de la página 106, también sus consideraciones sobre la importancia de nutrirse, de saber escuchar (que no oír sólo) música son muy ilustrativas (pág. 118).
Asimismo quiero destacar el apartado "¿Cómo estudiar?" (pág. 128), en el que se relacionan los doce meses del año con el estudio girando sobre cada uno de los tonos mensualmente. Añadiría que como la semana tiene 7 días: dos tonos cada día y el último de repaso. Ejemplo: lunes do y do sostenido, martes re y mi bemol, miércoles mi y fa, jueves fa sostenido y sol, viernes la bemol y la, sábado si bemol y si, domingo todos.
Citando una frase que aparece en la obra: "Lo importante de un músico no es lo que sabe, sino lo que transmite". Con este volumen que hay que leer sobre el atril con el teclado a mano, para convertir una mera lectura teórica en recursos prácticos para la improvisación, podrás aumentar tu caudal de posibilidades a la hora de expresarte y emocionar a tu público (previa emoción propia :) ).
¡Atención, amantes de la armonía, de la creatividad y de la improvisación: MUY RECOMENDABLE!