Título: Jebis de barriada.
Autor: Angelito. (Ángel Sánchez Alonso)
Editorial: Punto Rojo.
Año: 2016.
Género: Relatos, Narrativa contemporánea.
Páginas: 104 páginas.
ISBN:9788416799244.
Precio: 12,35 euros.
Sinopsis:
No hace muchos años atravesamos una franja temporal en la que todo cambió irremediablemente. La música, la indumentaria, las costumbres y hasta las ideologías. Si ya no cumples los cuarenta y te criaste en un barrio, te molará meterte en esta máquina del tiempo de ciento y pico de páginas y recrearte con aquellas imágenes mentales, que por otra parte rara vez se terminan de extraviar del todo. Si no llegas a los treinta, igualmente te resultará interesante saber cuales son los orígenes de esa Alameda jipilona de la que gozamos o de ese grupo de noséqué metal que tanto te gusta. En cualquiera de los dos casos, la lectura no se te hará pesada ya que se trata de una serie de relatos cortos bastante divertidos y descarados. Unos relatos cocinados día a día durante muchos años entre banquitos y litronas. El autor, al escribirlos, se metió una chinita en el zapato que ahora desea sacarse para poder respirar tranquilo, y la única manera de conseguirlo es que te rías durante un rato con lo que escribió. Ojalá puedas ayudarle.
(sinopsis facilitada por el autor)
Impresiones:
Algunos libros son auténticas capsulas del tiempo con páginas en lugar de botones y relatos en forma de contadores temporales. Esto fue lo que me llevó a interesarme por Jebis de barriada, una época (los noventa), una ciudad (Sevilla) y un ambiente que yo he vivido y del que guardo muy buenos recuerdos. La pubertad, casi nada.
Comienza el libro con una dedicatoria callejera que llega al alma y emociona a partes iguales. Soy de los que piensan que una buena cita en la primera página nos predispone a leer un libro con ánimo de disfrutarlo mucho más. Tras ella, un prólogo algo entusiasta del famoso rapero sevillano Haze que puede ser un alma de doble filo porque crea muchas expectativas y uno ya curtido en ciertas lides ya sabe que ocurre en ocasiones como estas en las que te muestran un futuro muy prometedor.
Es Jebis de barriada un libro que se vende solo, no necesita grandes disertaciones sobre él, no hay que tratar de explicar con palabras complejas una obra que nace de la necesidad de contar una vida, un verdadero ejercicio de memoria colectiva a pequeña escala y de ámbito localista donde el escritor es el protagonista y sus relatos pasajes de la historia que diría Cebrián. Un título y una portada que desvela lo que vamos a encontrar, historias cotidianas de gente normal y corriente de un barrio.
Asistiremos a lo largo de diversos relatos o capítulos al nacimiento de su personaje en el mundo de la calle, al descubrimiento de la sexualidad y el placer onanista. A la identificación como personaje con una tribu urbana y de todo de forma directa, sencilla, bien escrita y ágil. Todo sin florituras (aunque no carece de buena estética) como el que se sienta a tomar una cerveza con un conocido mientras se cuentan andanzas de juventud. No olvidemos que se trata de un libro sencillo, entretenido y con historias que solo admiten un estilo como el que usa el autor.
La juventud es un divino tesoro que los años se van encargando de sepultar poco a poco y a la que siempre volvemos gracias a historias como esta, para desenterrar episodios que nos dan la vida aunque sean delicados y contados de forma valiente como hace el autor cuando habla del flirteo con las drogas, algo que Angelito cuenta sin tapujos aunque para mi gusto quizás abuse algo del tema y dándole demasiado protagonismo puesto que el campo de posibilidades donde el autor se mueve en sus recuerdos es infinito y echo de menos que diversifique momentos y que su personaje reflexione más sobre la época y sus sensaciones. Tal vez así le hubiera quedado una historia más global sin perder ese matiz localista, pero hay que reconocer que en todo momento se nota que Angelito sabe y se nota que quiere contar, su historia, la de muchas vidas pero personificadas en él, las mismas historias que hemos tenido muchos pero con distinto nombre. Aventuras parecidas pero en otro lugar y en otros bancos de otros parques. Las mismas sensaciones que tuvimos ante nuestro primer concierto pero tal vez con otro grupo.
Reconoceremos todos los defectos de un joven gamberro y todas las virtudes de la camaradería de la pandilla recorriendo lugares míticos de Sevilla y momentos inolvidables, en fechas concretas que para muchos significaran épocas doradas que vuelven a aflorar en el recuerdo gracias a este libro. Momentos clave como la Expo 92 de Sevilla, muy grabado en la vida de todo aquel sevillano que la vivió. Lugares tan emblemáticos como la Alameda, lugar de paso para casi toda la sociedad sevillana, un territorio que forjó mi juventud y al que vi transformase de verdadero territorio comanche a lugar de diversión para la movida sevillana.
Afloran los sentimientos que provocan verdadera nostalgia en diversos aspectos tanto buenos como malos como el tema de la mili para los que nos tocó hacerla, lugares que hoy ya no existen, recuerdo de modas y vestimentas de aquellos años noventa. Todo el mundo hemos tenido ese banco de reunión, esa tienda donde comprar, ese amigo al que llamábamos al telefonillo y que buscábamos por el barrio cuando nos había móviles con el que llamar.
Para otros no significaran nada aunque siempre queda la invitación a extrapolar sensaciones, a traer sus recuerdos a otros barrios y jugar con la imaginación de nuestros propios recuerdos.
Angelito ha dejado un testimonio de una época, flashes y momentos para aquellos contemporáneos que quieran recordar. Una fuente de información para los que quieran conocer y descubrir otras generaciones, otras tribus y otros barrios. Un libro ameno, sin grandes pretensiones (aunque me hubiera gustado que hubiese sido más ambicioso con el proyecto), tal vez la de contar su propia historia y la de sus amigos en su tiempo, pero con detalles, frases y personajes que demuestran que el autor tiene madera para escribir y que aunque él no se considere escritor profesional espero que siga inventando e intentando más aventuras como esta. Sin duda sé que puede llegar a calar en muchos lectores.
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