En una entrevista a la edición alemana de la revista Gala que saldrá mañana a la venta, la artista, de 29 años, asegura que si logra ser para su hijo una madre la mitad de buena de lo que fue la suya para ella, entonces va "por el bueno camino".
"Fui la niña de mamá más mimada que nadie se pueda imaginar. Dormía en su cama hasta que cumplí los 15 o los 16. No nos dejaba ir en autobús al colegio. Incluso cuando mi hermana ya iba a la universidad, nuestra madre nos llevaba a clase. Mamá lo tenía todo bajo control", recuerda.