El Venerable Hermano Jerónimo Saavedra, hizo un llamamiento para que se supere la "tensión que todavía existe en algunos sectores de la jerarquía católica frente a la Masonería" durante los actos organizados por la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia y la Respetable Logia Moria número 143 para conmemorar la celebración del Tricentenario de la fundación de la Masonería moderna en el mundo.
" Como católico y como masón trato de lograr que se recuperen las buenas relaciones. Hay trabajos prudentes en dirección a la superación de este lastre histórico", afirmó. " Creo que el Papa actual superará este lastre pendiente de solución, comprensión, tolerancia y amistad ", añadió.
El Diputado del Común (Defensor del Pueblo Canario), expresidente del Gobierno canario y exministro de las carteras de Administraciones Públicas y Educación y Ciencia hizo estas apreciaciones mientras recorría la vida de uno de los católicos y masones más geniales que nunca conocerá la historia del género humano. " En la obra de Mozart tenemos una magnífica lección de la plenitud vital que lo religioso y lo masónico aportan a la vida y al ser humano ".
Nuestro Venerable Hermano recordó que Mozart pasó sus primeros años en la ciudad de Salzburgo, que tenía un estatus singular de principado-arzobispado.
A partir de 1780 Mozart se establece en Viena, " convirtiéndose, posiblemente, en el primer músico independiente del mundo". Se iniciará en 1784, año en que compone una cantata para su propia ceremonia cuyo " texto hace referencia a la unidad en la alegría por un nuevo hermano que se incorpora". Será " la primera de sus doce obras vinculadas a la liturgia, actos, memorias u homenajes relacionados con la Masonería", obras " de gran impacto, dominadas por la llamada a la tolerancia, al perdón, a la comprensión, a la esperanza en el progreso hacia la luz ".
Su padre Leopold, que se había iniciado en 1785, enferma gravemente en 1787. Mozart le escribe una carta, de hermano a hermano masón, en la que " le pide que reflexione sobre el sentido de la muerte.
El mensaje básico de Mozart a su padre es que no le dé mayor trascendencia a que acabe su vida en la tierra, que la muerte es un proceso de continuidad en el perfeccionamiento humano", explicó. En su opera posterior, Don Giovani, " tenemos la muerte pacífica, tranquila, serena, masónica que Mozart anticipa y explica a su padre, la muerte del comendador, sin ataque orquestal ni potencia musical ".
En 1791 compone La Flauta Mágica " un compromiso claro y rotundo por hacer la obra de arte musical de la Masonería: los argumentos, los personajes, los símbolos que se reflejan son exclusivamente masónicos". El Venerable Hermano se detuvo en el Aria final de Sarastro " cuyo texto que indica claramente la filosofía masónica sin ningún tapujo".
En estas naves sagradas no se conoce la venganza; y si un hombre ha caído, el amor lo conduce al deber. Entonces camina alegre y contento, junto al amigo hacia un país mejor. En estos muros sagrados, donde el hombre ama al hombre, no puede acechar ningún traidor, porque al amigo se le perdona. Quien no ama estas doctrinas no merece ser un hombre.
El Venerable Hermano Jerónimo terminó recordando que la Masonería no debe ser solo reconocida por sus gestos más externos, como el impulso de la creación de la Cruz Roja o la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos sino por " la tarea interna de autoperfeccionamiento, de fortalecimiento del sentimiento de tolerancia y diálogo que en esta Europa del siglo XXI está en crisis. Nuestro deber es superar esa crisis trabajando seriamente por el principio de fraternidad que a todos los masones nos guía en nuestra acción ".
Fuente: El Oriente