Ya desde sus inicios, Jerry Goldsmith demostró poseer una inusual cualidad para interpretar personajes y situaciones y su ritmo dentro de la pantalla. Sin embargo, quizá sea su mayor talento su capacidad de crear etiquetas sonoras identificativas no sólo de personajes sino de películas enteras. Todo ello a una visión innovadora de la composición lírica lo han convertido por derecho propio en una de las figuras más influyentes del universo sonoro del cine.
Jerry Goldsmith también aporta su granito de arena al cine bélico de la época en Patton y Tora! Tora! Tora! En ambos casos con un resultado más que satisfactorio. Río Lobo le acerca al western, género en el que no se prodigará excesivamente pero en el que deja una buena impresión. Tras su trabajo continuísta, que no continuado, en Huida del Planeta de los Simios, Goldsmith logra dos nominaciones consecutivas a los Oscar en 1974 por el score de la película de Roman Polanski China Town y en 1975 por El Viento y el León, de John Milius.
Dos años después, en 1981, Goldsmith firma uno de sus mejores scores de ciencia-ficción en Alien. Su apuesta por melodías oscuras, tempos pausados y tensos con abruptos y estridentes cortes logran sobrecogernos tanto como la presencia del asesino alienígena definitivo tras cada esquina de la Nostromo.Muchas más noticias en No es cine todo lo que reluce.