Jerry Lewis por Jerry Lewis

Publicado el 12 abril 2014 por Clementine

¡Hola! Sí, soy Jerry Lewis. Aparezco hoy aquí con mis mejores galas para unirme con todos los honores a la celebración de los cinco años de La Gran Pantalla
¿Y qué os podría contar? Si bien os parece, elegiré tres momentos importantes de mi vida. El primero de ellos, mi debut como espectador de cine, con tan sólo cinco años, allá por 1931…
El cine está lleno de niños. Nos movemos, nos insultamos, nos pegamos recíprocamente. Comemos bocadillos deliciosos, hinchamos las bolsas de papel y las reventamos de un golpe. De repente llega un ‘chisss…’ autoritario procedente de los mayores. Las luces se apagan, el telón se abre y la organista Henrietta Cameron empieza su introducción musical a ‘El circo’, de Charlie Chaplin…

… ¡Es algo extraordinario! Hace lo que quiere con la cara y con el cuerpo. Se comporta como un muñeco mecánico, da vueltas al bastón mientras camina por una cuerda, sale de la jaula del león y se vuelve chiflado… No hay nadie más divertido que Chaplin”
También os podría hablar de mi primera actuación en solitario tras separarme de Dean Martin, hacia 1957. Se trataba nada menos que de sustituir en una actuación en Las Vegas a Judy Garland, que en esos momentos sufría de una infección en la garganta y no podía cantar…
“En la sala, llena a rebosar, sonaron los acordes de ‘Over the rainbow’. A continuación se encendieron los focos y el coro de la orquesta anunció cantando: ‘Miss Judy Garland’. Salí al escenario. Se oyeron exclamaciones de sorpresa que fueron creciendo hasta dar pie a un aplauso cerrado (…) Los aplausos eran cada vez más fuertes… cálidos, densos, emocionantes. Era casi imposible pensar… Cogí el micrófono y dije lo primero que se me ocurrió: - No me parezco mucho a Judy, ¿verdad?– sonaron las primeras risas.

(…) Caminé hacia las bambalinas y saqué a Judy. Parecía que el edificio se venía abajo cuando nos abrazamos. A continuación la senté a un lado del escenario y empecé el espectáculo. La adrenalina no dejó de subirme durante los cincuenta y cinco minutos en que estuve haciendo el payaso sin parar. No podía creer lo que estaba sucediendo: ¡estaba haciendo todo eso a solas, sin Dean! No sé cómo acabó aquello. El público no quería dejarme marchar. De modo que me volví a Judy: - ¿Qué pieza cantas al final? - “Rockabye your baby” – me dijo. Y la canté, cayendo de rodillas como solía hacerlo mi padre… ¡Nunca en mi vida había estado tan a mis anchas en un escenario! Cuando volví al camerino dejé tras de mí a una multitud gritando”
Y un tercer momento, mi candidatura al Premio Nobel de la Paz
“Estaba yo en una suite del Hotel Sahara – que se llamaba la Congo Room – ensayando unas piezas al estilo de Jolson cuando recibí una llamada telefónica de un periodista de la Associated Press. Necesitaba mi opinión sobre no sé qué. Le dije a Joey Stabile que bajaba a hablar con el tipo y que luego volvería a mis ensayos.

Al día siguiente figuraba lo siguiente en los periódicos: ‘Jerry Lewis es propuesto para el Premio Nobel de la Paz’. ‘Sólo el hecho de encontrarme en semejante compañía es magnífico’, dijo Jerry Lewis al enterarse de que el republicano Les Aspin, diputado por Wisconsin, le había propuesto para el Premio Nobel de la Paz como reconocimiento de su labor en pro de la Asociación contra la Distrofia Muscular. A lo largo de once años, declaró el señor Aspin, los maratones televisivos del señor Lewis han recogido más de 95 millones de dólares para organizaciones contra la distrofia muscular. La propuesta ha sido aceptada por el Comité del Premio Nobel del Parlamento noruego para la concesión de 1978. Esta propuesta reconoce la sensibilidad y la dedicación que han permitido a millones de personas ‘expresar su profundo deseo de ayudar a los demás’. Como suele decirse, uno pierde las cosas que quiere conservar y conserva para siempre las cosas que da”

Todo un lujo, Jerry, tu presencia hoy aquí entre nosotros y el que nos hayas confiado estos tres mágicos momentos. Mil gracias y hasta la próxima. 
Citas de Jerry extraídas de 

Jerry Lewis por Jerry Lewis. Memorias. Parsifal Ediciones. 1983