Solo con ver esta fotografía y su emblemático monumento sabemos de que ciudad se trata. Tenemos una muralla que rodea años de historia, que guarda los secretos de esta ciudad tan antigua como sagrada, tan amada como disputada; la muralla que guarda la ciudad más importante para las 3 religiones monoteístas, judaísmo, cristianismo e islamismo, y por cuyas calles hoy pasean grupos de turistas, curiosos y, sobre todo, devotos de todo el mundo que con su presencia hacen de la ciudad un lugar lleno de emociones.
La puerta principal para acceder a la ciudad antigua es la Puerta de Yafo y sólo los puestos y las tiendas donde venden los souvenirs propios del siglo XXI evitan que, al atravesarla, retrocedas cientos de años. La parte amurallada de Jerusalén se divide en 4 barrios: el Armenio, el Cristiano, el Musulmán y el Judío y al recorrerlos tienes, en pocos kilómetros, la oportunidad de vivir las emociones de las diferentes culturas y formas que tienen de vivir su fé, conviviendo todas ellas en una tensa calma.
La iglesia del Santo Sepulcro atrae cada año a miles de fieles. Sin ellos la visita no sería lo mismo. En el interior de la iglesia se percibe mucho magnetismo y espiritualidad, pero son los peregrinos de todo el mundo quienes ponen los sentimientos. Lágrimas de emoción en las caras de aquellos que, arrodillados frente a la Piedra de la Unción, la besan o acarician al verse frente ella después de haber recorrido muchos kilómetros para llegar hasta aquí. Una enorme cola rodea el Santo Sepulcro, nadie quiere perderse la visita a su interior. La Vía Dolorosa recorre la ciudad con sus 15 estaciones, 6 de ellas, se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro.
El Barrio Armenio es el mas tranquilo sus calles están desiertas hasta que algún grupo invade sus calles y su silencio para visitar las iglesias de gran belleza que se pueden encontrar aquí.
El Barrio Musulmán sin embargo es bullicioso y animado, desde él se llega al santuario mas importante del Islam, La cúpula de la Roca, que también puede verse al otro lado del Muro de las Lamentaciones.
El barrio Judío con su conocido Muro de las Lamentaciones dividido en dos: un lado para los hombres y otro para las mujeres, donde acuden a rezar y donde dejan sus mensajes. Este es el único de los barrios en el que, para entrar, tienes que pasar por el detector de metales...
Solo le falta para ser perfecta ser una ciudad en PAZ.
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