Jerusalén 2015 se inauguró formalmente con una cinta adecuada para este tipo de ceremonias. Me refiero a Mia Madre (Italia-Francia, 2015), el más reciente largometraje de Nanni Moretti, que se presentó hace un par de meses en Cannes 2015.Antes de la larga ceremonia -con discursos en hebreo de los cuales solo pude entender la palabra "festival"- pude ver, por la tarde, en la Cinemateca de Jerusalén -sede oficial del festival-, L'Ombre des Femmes (Francia-Suiza, 2015), de Phillippe Garrell. La cinta está programada en la sección "Masters", aunque se trata de una pieza muy menor del veterano Garrell.Pierre (Stanislas Merhar) es un taciturno documentalista que tiene como mujer a la encantadora y positiva Manon (Clotilde Coreau), que además de apoyarlo en todo momento -dejó su carrera profesional por él- es su editora/productora/asistente/corre-ve-y-dile. Pierre paga tal devoción poniéndole los cuernos con la guapa Elisabeth (Lena Paugam). La voz en off narrativa truffautiana analiza y juzga las acciones de los personajes, además de explicarnos por qué hacen lo que hacen o comparte con nosotros su desconcierto.Todo va bien para Pierre hasta que se da cuenta que su "perfecta" mujer la engaña, aunque no por venganza -ella no sabe de la infidelidad del marido- sino porque su amante ocasional la hace vivir ciertos "momentos" que no puede explicar. A pesar de que Manon abandona al amante, Pierre es incapaz de perdonarla, por lo que terminan acabando su relación... Aunque un año después, solteros y solitarios, se dan cuenta que necesitan volver a vivir juntos.Olvidemos la originalidad: una película no tiene que ser novedosa necesariamente. El problema con L'Ombre... es que, más allá de la elegante ejecución -foto en blanco y negro de Renato Berta- y del competente y atractivo reparto, esto no es más que un mero ejercicio de estilo nuevaolero que no aporta nada realmente profundo sobre el amor, el desamor y la mutua dependencia que surge, en el mejor/peor de los casos, en toda relación de pareja.En la noche, como ya lo anoté, se inauguró oficialmente el festival con Mia Madre, en el marco del homenaje al actor John Turturro, quien estuvo presente para dar un brevísimo discurso de agradecimiento de no más de un minuto. Un contraste que agradecí, porque los discursos de funcionarios fueron muchos y largos -y casi todos en hebreo.En cuanto a Mia Madre, estamos lejos de la mejor obra de Moretti -que para mí sigue siendo La Habitación del Hijo (2001)- pero tampoco es el desastre que había leído por ahí. Se trata de un sólido melodrama familiar en el que una madura cineasta, Margherita (Margherita Buy), tiene que lidiar con un difícil actor americano (Turturro) mientras ve cómo la salud de su anciana madre (Giullia Lazarini) se va deteriorando ineluctablemente. El propio Moretti, quien perdió a su mamá cuando estaba filmando su cinta anterior, Habemus Papa (2011) se ha hecho esta vez a un lado y aunque aparece en la cinta en el papel de Giovanni, el hermano de Margherita, la protagonista es la mujer, que es una suerte de alter-ego del propio director.La cinta se mueve hábilmente entre la comedia -las dificultades de Margherita en el set, tratando de dirigir al explosivo actor americano que dizque trabajó con Kubrick- y el melodrama, a través de una serena reflexión sobre la mortalidad y la familia, el tema centra de la obra maestra La Habitación del Hijo.
Jerusalén 2015 se inauguró formalmente con una cinta adecuada para este tipo de ceremonias. Me refiero a Mia Madre (Italia-Francia, 2015), el más reciente largometraje de Nanni Moretti, que se presentó hace un par de meses en Cannes 2015.Antes de la larga ceremonia -con discursos en hebreo de los cuales solo pude entender la palabra "festival"- pude ver, por la tarde, en la Cinemateca de Jerusalén -sede oficial del festival-, L'Ombre des Femmes (Francia-Suiza, 2015), de Phillippe Garrell. La cinta está programada en la sección "Masters", aunque se trata de una pieza muy menor del veterano Garrell.Pierre (Stanislas Merhar) es un taciturno documentalista que tiene como mujer a la encantadora y positiva Manon (Clotilde Coreau), que además de apoyarlo en todo momento -dejó su carrera profesional por él- es su editora/productora/asistente/corre-ve-y-dile. Pierre paga tal devoción poniéndole los cuernos con la guapa Elisabeth (Lena Paugam). La voz en off narrativa truffautiana analiza y juzga las acciones de los personajes, además de explicarnos por qué hacen lo que hacen o comparte con nosotros su desconcierto.Todo va bien para Pierre hasta que se da cuenta que su "perfecta" mujer la engaña, aunque no por venganza -ella no sabe de la infidelidad del marido- sino porque su amante ocasional la hace vivir ciertos "momentos" que no puede explicar. A pesar de que Manon abandona al amante, Pierre es incapaz de perdonarla, por lo que terminan acabando su relación... Aunque un año después, solteros y solitarios, se dan cuenta que necesitan volver a vivir juntos.Olvidemos la originalidad: una película no tiene que ser novedosa necesariamente. El problema con L'Ombre... es que, más allá de la elegante ejecución -foto en blanco y negro de Renato Berta- y del competente y atractivo reparto, esto no es más que un mero ejercicio de estilo nuevaolero que no aporta nada realmente profundo sobre el amor, el desamor y la mutua dependencia que surge, en el mejor/peor de los casos, en toda relación de pareja.En la noche, como ya lo anoté, se inauguró oficialmente el festival con Mia Madre, en el marco del homenaje al actor John Turturro, quien estuvo presente para dar un brevísimo discurso de agradecimiento de no más de un minuto. Un contraste que agradecí, porque los discursos de funcionarios fueron muchos y largos -y casi todos en hebreo.En cuanto a Mia Madre, estamos lejos de la mejor obra de Moretti -que para mí sigue siendo La Habitación del Hijo (2001)- pero tampoco es el desastre que había leído por ahí. Se trata de un sólido melodrama familiar en el que una madura cineasta, Margherita (Margherita Buy), tiene que lidiar con un difícil actor americano (Turturro) mientras ve cómo la salud de su anciana madre (Giullia Lazarini) se va deteriorando ineluctablemente. El propio Moretti, quien perdió a su mamá cuando estaba filmando su cinta anterior, Habemus Papa (2011) se ha hecho esta vez a un lado y aunque aparece en la cinta en el papel de Giovanni, el hermano de Margherita, la protagonista es la mujer, que es una suerte de alter-ego del propio director.La cinta se mueve hábilmente entre la comedia -las dificultades de Margherita en el set, tratando de dirigir al explosivo actor americano que dizque trabajó con Kubrick- y el melodrama, a través de una serena reflexión sobre la mortalidad y la familia, el tema centra de la obra maestra La Habitación del Hijo.