De todo un poco en Jerusalén
Con unos 900 mil habitantes, Jerusalén es una ciudad de contrastes. Hacia el oeste es moderna, hasta con un puente del arquitecto Calatrava. Los barrios hacia el este en general son de mayoría árabe y el look es muy diferente. Por otro lado está la ciudad antigua amurallada con toda su historia. Hay mucho respeto por los turistas y la gente es amable en caso de consultarles algo.
Seguridad. Es muy ostensiva en la ciudad vieja. En la Via Dolorosa hay grupos de soldados armados casi en cada esquina.
Muro de los lamentos. Es el muro occidental (West) de la explanada del Monte del Templo, donde está la Cúpula de la roca. Es lo único que queda del histórico templo de Jerusalén. Su acceso desde el exterior puede ser por la puerta de la basura, o por otras de las puertas atravesando la ciudad vieja. En cualquiera de las formas antes de llegar hay que pasar por controles de detectores de metales. Las carteras y mochilas deben pasar por rayos X, tipo aeropuerto.
Judíos ortodoxosEn Jerusalén, se ven muchos judíos ortodoxos: los sefardíes de ropas blancas que vinieron de España, los askenazíes, visten todo de negro y son los que vinieron del centro de Europa y Rusia, etc. Además hay otros grupos menores.
Su tarea principal es el estudio de los libros sagrados y la enseñanza de la religión en las escuelas. Por ello para mantenerse reciben un subsidio del estado. Una característica es que tienen muchos hijos y deben cumplir 613 mitzvot o mandamientos.
Una curiosidad para los que venimos de afuera. En el Sabbath no pueden realizar ninguna tarea. Tal es el cumplimiento que en los barrios ortodoxos, los ascensores operan en modo automático parando en todos los pisos, subiendo y bajando, para que los pasajeros no opriman los botones del ascensor, que ya es considerado un trabajo. En fin, no debe ser fácil llevar esta vida, por más subvención que se tenga.