Fallida película de terror que tira de tópicos y clichés para contarnos una historia que hemos visto anteriormente mil veces. El elemento terrorífico se explota muy poco en detrimento de desarrollar una historia dramática que no ofrece gran interés. La ambientación y la atmósfera no están muy trabajadas, y eso nos impide meternos en la película. A su favor podemos decir que la hora y media de metraje no se hace demasiado larga pese a los bajones de ritmo de que adolece.
Recuerda en muchos puntos, salvando las distancias, a Lo que la verdad esconde (2000), aunque queda claro que el director Kevin Greutert no es Robert Zemeckis. Greutert es también el responsable de las dos últimas entregas de la saga "Saw", que no he visto.
La pelirroja Sarah Snook realiza un trabajo correcto llevando todo el peso de la película, y tiene pinta de poder convertirse en una futura "scream queen". Se la puede ver en la reciente Predestination (2014) acompañando a Ethan Hawke.
Poco más que añadir, una película que no aporta nada nuevo y que puede ser apta para ver en una sobremesa de fin de semana por su tufillo a telefilm. Mediocre.
Mi nota: 3