El asesinato de George Floyd atizó el fuego de la lucha por la justicia social en Estados Unidos, afirmó el reverendo afronorteamericano Jesse Jackson, referente en la lucha por los derechos civiles.
Cumplirá 79 años el próximo 8 de octubre. Su activismo se remonta la década del ’60, cuando fue asistente de Martin Luther King.Justo aquel fatal 4 de abril de 1968, él estaba al lado de King en el balcón del motel Lorraine, en la ciudad de Memphis, Tennessee, en el momento en que lo asesinaron, desde entonces decidió dedicarse a tratar de alcanzar el sueño de igualdad que deseó su mentor.
Prensa Latina accedió en exclusiva, vía Skype, a la intimidad de su hogar en Chicago para dialogar con el reverendo sobre las protestas acontecidas en su país tras la ejecución en Minneapolis de George Floyd el pasado 25 de mayo.
Además, hablar de la pandemia de la Covid-19, su impacto entre la población negra, las elecciones de noviembre y su sentimiento hacia Cuba.
La tragedia de Floyd es algo ‘que sucede con frecuencia en Estados Unidos’, sentenció el fundador de la coalición humanitaria Rainbow PUSH.
Pero en esta ocasión resultó diferente -enfatizó- porque el linchamiento de Floyd quedó grabado por una cámara y el mundo vio cómo un policía blanco aprisionaba su cuello mientras iba perdiendo el aliento.
Recordó los asesinatos de Michael Brown (2014) y Trayvon Martin (2012) y otros casos en ‘los cuales los policías nunca fueron encarcelados’.
El clima del movimiento del Black Lives Matter (La Vida de los Negros Importa) y en medio de la Covid-19 el asesinato de Floyd ‘fue la chispa que encendió el fuego’ de las protestas contra el racismo, la justicia social y la brutalidad policial que encontró eco alrededor del mundo.
Apuntó que la pandemia del coronavirus SARS-Cov-2, causante de la Covid-19 ha provocado demasiadas muertes en su país; sin embargo, es la población negra la que se lleva la peor parte.
La falta de seguro y el desempleo, afectan de manera desproporcionada a los negros, los que más sufren los desafíos de la enfermedad, agregó el pastor bautista nacido en Greenville, Carolina del Sur.
También comentó que los afroamericanos, que trabajan en los llamados servicios esenciales como el transporte público, son los más expuestos a la Covid-19 e insistió que el gobierno dio una respuesta equivocada a la pandemia lo cual ‘empeoró la situación’.
Al referirse a las elecciones del 3 de noviembre, el religioso expresó su apoyo al candidato demócrata Joseph Biden a quien dijo respetar y cree que su victoria puede ser posible.
Jackson, una figura muy admirada en la comunidad afroamericana, un electorado clave en las presidenciales estadounidenses, destacó a su vez la necesidad del voto como arma para el ejercicio de la democracia. ‘Es una obligación para nosotros’, subrayó.
Una reciente encuesta publicada por el diario The Washington Post arrojó que ocho de cada 10 afroestadounidenses alegan que, al decidir por qué candidato presidencial votarán, el brote de la Covid-19 ‘será uno de los factores más importantes o muy importantes’.
Por estos días, 36 años atrás, el reverendo hizo su primera visita a Cuba, a la que siguieron otras. Quizás por eso confesó que ‘está conectado’ a la isla hace mucho tiempo. El 26 de junio de 1984 el líder de la Revolución cubana se reunió con él en La Habana.
Al reconocer la labor de los profesionales de la salud de la mayor de las Antillas, enfatizó que el logro de Cuba es haber formado tantos médicos y resaltó el aporte internacionalista de los combatientes cubanos que contribuyeron a la liberación de Angola y a la derrota del apartheid en Sudáfrica.
Pese a que, en 2017, el reverendo Jackson anunció en una carta a sus amigos y seguidores que padecía el mal de Parkinson, su voz no se apaga y su activismo continúa.
A juicio suyo, tiene que existir otro método de impulsar las relaciones en el mundo que no sean las armas, una bomba en un avión o alguien que utilice una pistola para disparar a otros.
Consideró que ‘hay una crisis de los derechos humanos’ y opinó que el planeta debía ser como el deporte, que se rija por reglas.
Bromeó que le gustan tanto los deportes precisamente porque las reglas en los juegos son justas.
Candidato a la nominación presidencial del Partido Demócrata en 1984 y 1988, Jackson tal vez despejó el sendero para que llegara a la Casa Blanca el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos con la elección de Barack Obama en 2008.