Está harto de todas las calimnias, según él, que la "princesa del pueblo" ha hechado sobre él y su familia durante una década. Jesús por respeto a su hija a callado, pero ya no puede más. Afirma: " De la casa de Ambiciones la eché yo personalmente, no la echó nadie, ella sabe porqué; la eché por algo muy fuerte que hasta ahora no he contado."
Estas palabras suenan a amenaza deseperada, estaremos atentos a ver como sigue este culebrón.