Foto: José Carlos Martínez (PPK)
Jesús Carrasco, austero y cordial, tiene un aire portugués acrecentado por su severo bigote y un hablar cadencioso e inteligente, como demostró compartiendo impresiones con los lectores el jueves 12 de mayo, invitado por el CPR de Zafra a un acto cuyo público abarrotaba la capilla del Parador de turismo de Zafra, desbordando las ya grandes expectativas de la propia organización (recordemos que este autor fue disputado finalista con su obra Intemperie en la anterior edición del premio Dulce Chacón). Jesús Carrasco nos desveló el proceso de composición de sus novelas, basadas en una gran documentación sobre el terreno, impregnándose el autor de las sensaciones de aquello que narra además de situar espacialmente la acción que no gusta desvelar explícitamente a los lectores en el texto (salvo lo imprescindible) ya que, mantiene Carrasco, no quiere que el lector se desvíe de la dinámica planteada por el autor.