Jesús de Nazaret

Por Davidominguez


Es necesario advertir que todo lo que se va a contar en adelante es una síntesis, un resumen que hago de por dónde van los estudios históricos y científicos de la figura de Jesús. Mis fuentes son el catedrático Antonio Piñero y el Dr. Fernando Bermejo, así como la propia Biblia.

LAS FUENTES:
No hay que olvidar que los evangelios tanto los canónicos, es decir, los aceptado por la Iglesia, como los apócrifos, es decir, fuera de ésta fueron escritos muy posteriormente a la muerte de Jesús. Éstos escritos no son más que una mera propaganda de la fe cristiana donde encontramos dos asuntos principales, entre otros. La vida de Jesús que anuncia la llegada inminente del Reino de Dios y donde se observa cómo con el paso del tiempo se reinterpreta su figura, pasando de estar cerca de lo divino a ser considerado hijo de Dios, por un lado. Y, por otro lado, el origen de la Iglesia a través de la cual sólo se puede acceder a la salvación.Las cartas del apóstol Pablo, por cierto no coetáneo a Jesús, fueron las primeras en escribirse. De todas sus cartas, la primera a los tesalonicenses fue redactada hacia el 51 d.C. 
De las 14 cartas que el Nuevo Testamento atribuye a Pablo, sólo siete se consideran atribuible a éste: 1 Tesalonicenses, Gálatas, Filipenses, Filemón, 1 y 2 Corintios y Romanos.
El orden de los textos del Nuevo Testamento no lo están cronológicamente. 
Así encontramos que los evangelios sipnóticos, es decir, que deben verse juntos por sus afinidades y semejanzas, Mateos, Marcos y Lucas fueron escritos en fechas distintas. El Evangelio de Marcos (visión paulina) entorno al 70 o 71 d. C., el Evangelio de Mateo (visión petrina) entorno el 80 o 85 d. C y el Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles (visión paulina) entorno el 85 o 90 d. C. 
El Evangelio de Juan hacia el año 100 d.C y con posteriores retoques. Quienes escribieron no estuvieron exentos de errores, malinterpretaciones o manipulación de la historia a sus propios intereses. A veces o en la mayoría de los casos ni tan siquiera eran los evangelistas quienes escribían sino discípulos suyos que bajo la inspiración divina o del evangelista escribían en su nombre, éstos se denominan pseudónimos.

Para conocer a Jesús hay que buscar en sus ORÍGENES Y CONTEXTO DE SU ÉPOCA.
En primer lugar, hay que tener claro una cosa: Jesús era judío; por tanto, para entenderle, tenemos que saber de sus creencias. Para ello, podemos consultar el Antiguo Testamento y si sabemos interpretar sus textos llegaremos a las siguientes conclusiones.Los judíos son el pueblo elegido por Dios y éste les ofrece la tierra de Israel. Esto lo sabemos gracias al pasaje de Abraham, Génesis 12-17 (la promesa).

Yahvé: “Vete de tu tierra, (…) a la tierra que te mostraré; y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Y (…) serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”. Génesis 12: 1-3.Yahvé: “En cuanto a mí, he aquí, mi convenio es contigo: Serás padre de muchas naciones. (…) será tu nombre Abraham, (...) reyes saldrán de ti. Y estableceré mi convenio entre yo y tú y tu descendencia después (…), por convenio eterno, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. Y te daré (…) toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: Tú guardarás mi convenio, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones. Este será mi convenio, que guardaréis entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del convenio entre yo y vosotros”. Génesis 17: 4-11.De Abraham a Isaac, de Isaac a Jacob, de Jacob a sus doces hijos.A partir de aquí, la historia del pueblo judío va pasando por altibajos. Sus doces tribus acabaran viviendo en Egipto, con Moisés serán liberados del faraón y los dirigirá a la Tierra Prometida, Canaán. Hecho de dudosa historicidad.

El periodo de los reyes Saúl, David y Salomón, fue el periodo álgido, la edad de oro del pueblo judío, convirtiéndose en una época nostálgica de éstos, la época a la que había que volver.La mayoría de los reyes que les siguieron estuvieron mal visto a los ojos de Dios porque se alejaban de él y adoraban a otros dioses. Aparecen los profetas, profetizando los males que se avecinaban, pero también esperanzas, como la llegada de un salvador y la restauración del reino de Israel.


Los judíos eran atacados constantemente por el pueblo Asirio que acabaría con diez de las doces tribus (Salmanasar V - 721 a.C.) y llegaría casi a su destrucción con Nabucodonosor II, rey de Babilonia. Éste destruyó el templo de Jerusalén y provocó nuevamente el exilio y cautiverio del pueblo judío (586-537 a.C). Durante este periodo de cautiverio, los judíos se influenciaron de los mitos sumerios, como la Epopeya de Gilgamesh. De ahí, entre otras historias, sacaron la historia del Diluvio Universal.
Fueron los persas, con Ciro el Grande, quienes posibilitaron el regreso de los judíos a Israel. Israel pasará por distintos momentos de paz y convulsiones entre los pueblos vecinos, siendo los romanos quienes conquisten la zona y se convierta en una de sus provincias, Judea.

Pues bien, llegado a este punto, podemos ya hablar de LA FIGURA DE JESÚS.

Jesús nació en Nazaret (Galilea) unos 5 o 6 años antes de lo que estableció la Iglesia. Se sabe que no pudo nacer un 25 de diciembre porque es inverosimil si observamos que el Evangelio de Lucas (2,8) cuenta que los pastores se encontraba junto sus rebaños al raso, a la intemperie. Las gélidas temperaturas habrían acabado matando a esos animales. La elección del 25 de diciembre tenía por objetivo sustituir una fiesta pagana al Sol invicto.


Jesús fue un artesano y un maestro carismático, de corte fariseo que nunca tuvo intención de crear ninguna religión nueva.Era estrictamente judío, creía en un sólo dios (Yahvé) y seguía la tradición, la ley hebrea. De lo único que estaba en contra era de algunas interpretaciones de la tradición oral, es decir, interpretaciones que algunos rabinos hacían de la ley escrita.Nada se conoce de Jesús, salvo su vida pública, todo lo anterior a esto es especulación. Jesús siguió a Juan Bautista, su maestro o referente, hasta que decidió ir por su lado. Un hecho que parece que los diferenció fue la realización de exorcismos y milagros. Era un taumaturgo.

Jesús predicaba, y esto es importante saberlo, exclusivamente para los judíos, para aquellos judíos que, él pensaba, se habían alejado de la alianza, de dios. El núcleo de su mensaje, y esto también es muy importante saberlo, era que estos judíos se preparasen para la llegada inminente del Reino de Dios. Este reino que llegaría de manera apocalíptica y acabaría con todos esos pueblos adoradores de diversos dioses, en el mejor de los casos, los sometería para convertirlos en servidores del Reino de Dios.Jesús: “Por camino de gentiles (paganos, no judíos) no vayáis, y en ciudad de samaritanos (pueblo despreciado por los judíos) no entréis; sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel (o sea, los judíos). Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado”. Mateos, 10, 5-7.Jesús: “Y si alguno no os recibiere ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad”. Mateo 10, 14-15.Al ser la llegada del Reino de Dios inminente, Jesús, proponía una ética un tanto peculiar, poco factible en un sociedad a largo plazo. Pedía dejar todo, para prepararse a esa venida del Reino.Así encontramos tres ejemplos:Primero. No daba importancia a los bienes materiales en la Tierra, criticando las élites económicas acomodadas con Roma, siendo Dios, a su llegada, quien restablecería el equilibrio entre pobres y ricos."Y alzando él los ojos hacia sus discípulos, decía (Jesús): Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios". Lucas 6, 20.Segundo. No incentivaba el trabajo porque lo que pretendía es que sus seguidores se dedicasen a la oración y a preparase para la llegada del Reino."Y dijo a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. Considerad los cuervos, que no siembran ni siegan; que no tienen almacén ni alfolí, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!". Lucas 12, 22-24.Y tercero. Jesús tenía poco aprecio por la familia, pues se encontraba inmerso, dedicado de pleno en su misión, afirmando que su única y verdadera familia era quienes esperaban la venida del Reino.



"Y cuando lo oyeron los suyos (es decir, la familia de Jesús, María y sus hermanos), vinieron para prenderle, porque decían: Está fuera de sí (en referencia a Jesús)". Marcos 3, 21"Vinieron después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan. Y él les respondió, diciendo: ¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana y mi madre". Marcos 3, 31-35.Paralelamente, Jesús, como buen conocedor de nuestro Antiguo Testamento, su Tanaj, creía firmemente que Israel era el pueblo elegido por Dios, una nación y los romanos no eran más que invasores que había que expulsar o, en todo caso, Dios se encargaría de aniquilarlos a su llegada.Enseñó también, entre otras cosas, amar al prójimo incluso si este era el enemigo; sin embargo, no hay que olvidar al público al que se dirigía, los judíos, su grupo. Por tanto un romano o un pagano seguían siendo detestables.Sus seguidores, entre ellos los apóstoles (doce por las doce tribus), lo veían como el MESÍAS, el rey descendiente de David, es decir, ese rey prometido por los profetas del Antiguo Testamento. Jesús, de alguna manera, se dejaba llevar por esa idea, pasando de ser uno de tantos profeta que ya había en su época, a ser considerado como rey de Israel.Y he aquí el conflicto de la historia de nuestro personaje, la historia de un rabino fracasado, pues acabaría muriendo crucificado. Un blasfemo para los judíos, para esa oligarquía judía acomodada con Roma, y un sedicioso para los romanos.Para nada hubo un proceso o juicio judío condenatorio a Jesús. Es inverosímil, ya que los judíos no podían aplicar la pena de muerte, sólo Roma. Se trata de un añadido de los evangelistas en un momento histórico donde los cristianos se estaban separando de su religión madre.Fue condenado por Poncio Pilato, quien desde luego no se lavó las manos, lo condenó por sedición, por hacer uso de la violencia, amenazar la Pax Romana, alterar el orden público y considerarse por encima del emperador (Tiberio), delito de lesa majestad. Pintado de forma exagerada fue condenado por ser un rebelde, un nacionalista violento, siendo su religión lo que le movía a ello.Tras la muerte de Jesús, es su círculo cercano quienes continúan con su labor. Van surgiendo distintas corrientes de interpretación y acabará dominado la idea, la teología, de Pablo de Tarso frente a Santiago (hermano de Jesús) o los apóstoles Pedro o Juan.Pablo de Tarso (San Pablo) era un griego judío conocido como el apóstol de los gentiles o las naciones, es decir, el apóstol de los paganos (los no judíos). Era conocido de esta manera porque enviaba cartas a todos los pueblos no judíos con la intención de convertirlos al judaísmo o, sería más exacto decir, a la fe en Cristo, Jesucristo.Pablo entendió que la llegada inminente del Reino de Dios, que predicaba Jesús, no tenía lugar porque no se estaba cumpliendo enteramente la promesa que Dios hizo a Abraham, “serás padre de muchas naciones”.El mesías, como vaticinaban muchas profecías, había llegado, Jesús, aunque lo habían matado en la cruz. El Reino de Dios, entonces, llegaría de nuevo con el mesías (parusía), que estaba esperando en el cielo, cuando se convirtiese a un número indeterminado de paganos. Cumpliéndose así la promesa.Nace así la evangelización con carácter universal. Los judíos se salvarían si seguían la ley de Moisés y la tradición, como la circuncisión o la prohibición de algunos alimentos. Los paganos, no obstante, no tenían que hacerse judíos, ni circuncidarse. Sólo tenían que creer en el mesías, acto de fe, y acatar el decálogo o, lo que es lo mismo, los Diez Mandamientos. Su salvación sería idéntica y al mismo nivel que el de los judíos.Y, he aquí, otro conflicto que acabaría en ruptura.La no aceptación de una salvación al mismo nivel ¿cómo que los paganos irían al Reino de Dios en las mismas condiciones que los judíos? Por otro lado, los judíos tampoco aceptaron que se divinizase a Jesús.El hecho cierto, y aquí concluyo, es que ese reino de Dios nunca llegaría, en todo caso lo que llegó fue la Iglesia y su religión, el cristianismo, cuyo argumentario, ante la no venida del Reino, fue la de considerar el Reino de Dios como algo solo espiritual y que se encontraba ya interno y presente en los corazones de los creyentes.Su éxito fue ofrecer una salvación más sencilla y barata que la que ofrecía otras religiones, además como grupo gozaba de una protección social que el Imperio Romano no disponía y desde luego una vez consigue convertirse en religión oficial del Imperio Romano su difusión fue total.

Os dejo la canción de Getsemaní (monte de los olivos) de Jesucristo Superstar: