Jesús Millán: «Una vida sin propósito no merece ser vivida.»

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

Conocí a Jesús a través de su blog: pulcro, sencillo y con contenido de calidad. Fue una verdadera casualidad que al día siguiente Jesús me contactara por mail proponiéndome una entrevista para su blog. Y es que el mundo del blogging está sólo a un click de distancia.

Así fue como pude conocer a un hombre ávido de conocimientos, curioso, muy detallista y profundo, cualidades que no siempre encuentras hoy día en el mundo tan rápido en el que vivimos. Desprende humildad y sencillez, dos características que más valoro en las personas.

Ahora este joven blogger inicia su trayectoria en el mundo del desarrollo personal, cambiando radicalmente de vida, en busca de su pasión. Un caso claro de reinvención profesional y un ejemplo de persona valiente, que busca autorrealizarse y dar un sentido a su vida.

1) Cuéntame un poco sobre ti: tu nombre, de dónde eres, edad, tu profesión inicial y la profesión actual, tu página web si la tienes.

Me llamo Jesús, tengo 32 años y nací en Hospitalet de Llobregat, Barcelona. Actualmente resido en Málaga. Desde los 13, crecí compaginando la competición en ciclismo de carretera con los estudios, hasta que tuve que inclinarme por esto último. Me formé como óptico optometrista y he estado ejerciendo como tal hasta hace pocos meses. Ahora estoy dedicado a mi blog, www.jesusmillan.com

2) Qué te llevó a elegir tu carrera inicial (universidad, formación profesional, etc.) cuando decidiste escoger esa profesión para toda la vida (vocación, miedo al paro, no tenías ni idea, etc.)

El cacao mental que tenía y el miedo a perder la relación con mi padre.

A esa edad sólo pensaba en llegar a ser ciclista profesional, no en estudiar. Pero no se puede estar a tope en todo y llegó el momento de elegir. Escogí una carrera que tuviera una buena salida profesional y un plan de estudios más o menos “aceptable”. Más adelante, supe encontrar otras motivaciones y aprendizajes dentro de ella.

3) ¿Has trabajado en ese área profesional hasta ahora? ¿Cómo te hacía sentir, creías que estabas en el lugar indicado?

Sí, desde que me fuí de casa con 24 años. No era mi vocación y en cierta manera me sentía “desperdiciado”. Pero era un trabajo que dominaba y tenía muchas cosas buenas. Como en tantos otros casos, las ventajas de mi ocupación y poner el foco en el ocio hizo que no me planteara un cambio hasta que me sentí profundamente desalineado con los valores de la empresa.

4) ¿Qué te llevó a decidir cambiar de profesión o emprender, si es tu caso? (paro, crisis, razones económicas, estrés, búsqueda de tu vocación, cambiar de aires, etc.)

Llega un momento en que no sólo importa lo que haces, si no para qué y para quién lo haces. Ahí ya chirriaba todo. Si bien es cierto que cambié mi actitud en el trabajo (aprendí a disfrutarlo y extraer lo máximo de él), quería darme la oportunidad de (re)descubrir mi pasión y vivir de ello.

Muchos sabios (y creo que todos lo somos cuando nos damos cuenta) coinciden en que una vida sin propósito no merece ser vivida. Y si te das cuenta, la mayoría de personas se arrepienten no haberlo hecho cuando tuvieron el tiempo, la energía y vitalidad para intentarlo. Al final de sus vidas siempre todos se arrepintieron mucho más de lo que no hicieron que de lo que hicieron. Gracias a ellos, podemos aprender a tiempo.

5) ¿Con qué dificultades te encuentras cuando decides empezar de cero? (miedos, dudas, dinero invertido, etc.)

Todas ellas. Un punto de partida no demasiado favorable, en general. Pero sobretodo el miedo a no ser lo suficientemente bueno para despegar a tiempo y el síndrome del “eterno aprendiz”.

Quizás también echo en falta personas alrededor que compartan una forma de ver el mundo parecida a la mía, ya que a mi familia la tengo lejos y los veo de “higos a brevas”.

6) ¿Quién o qué te inspiró o ayudó para escoger esa nueva profesión o actividad actual? ¿Has pasado por algún proceso de coaching o has contado con algún mentor?

En un primer momento, me inspiró muchísimo Sergio Fernández. Me empapé de su filosofia de vida con sus programas, conferencias, libros… Luego, de una manera mucho más cercana y personal, Alberto Blázquez de ABCoach. Es quién realmente me ayudó, a través de un proceso de coaching, a vislumbrar mis verdaderos intereses y talentos. Cree mucho en mí y a él le estoy profundamente agradecido.

7) ¿Has tenido que formarte en algo nuevo para poder cambiar de profesión? ¿Cuánto tiempo te llevó? ¿Invertiste dinero en ello?

Bufff!! En ello estamos. Lo mejor de todo es que llevaba “formándome” ya algunos años sin saberlo, a base de leer libros, blogs y ver vídeos. También ahora tengo un buen calendario por delante de seminarios y cursos. No escatimo en aprendizaje. Además tengo una mente bastante inquieta y me encanta autoanalizarme. En el fondo, creo que es la mejor manera de aprender.

8) ¿Has conseguido ya convertir esta nueva profesión en tu sustento de vida o estás empezando? ¿O estás compaginando la nueva profesión con tu trabajo habitual?

Estoy a tiempo completo con el nuevo proyecto, pero acabo de empezar. ¡Veremos qué pasa!

9) ¿Cómo se lo han tomado personas cercanas a ti como amigos o familiares? ¿Te apoyan y te animan o sientes que no entienden tu decisión?

He conseguido que la mayoría lo entiendan. Pero no todos comparten esa idea ni creen que haya tomado una decisión sensata. En cualquier caso, estaba dispuesto a hacer lo necesario y eso incluía la desaprobación de los demás. Pienso que uno tiene que vivir su propia vida, no la que otros quieren que vivas. Ni aún con la mejor de sus intenciones.

10) ¿Qué podrías aconsejar a aquellas personas que desean reinventarse profesionalmente para que se atrevan a salir de su zona de confort y den el paso?

En una ocasión escuché a Bryan Tracy decir: “ante la tendencia universal de dar consejos, está la tendencia de no seguirlos, igual de universal”. No todo el mundo está preparado para tomar una decisión de ese tipo hasta que lo está. Y normalmente lo está cuando el miedo al cambio es menor que el dolor de no cambiar.

Hay un ejercicio que me gusta mucho y es “en tu lecho de muerte”. Imaginarte en tu momento antes de fallecer: todo, absolutamente todo, muestra su verdadero significado para nosotros; las personas, las ocupaciones, los momentos, lo que has hecho y lo que no, tus sueños… Desde esa perspectiva te das cuenta de que no es tan complicado darle a tus sueños la importancia que se merecen y apostar por ellos.

Tras lo cual, hoy en día podemos contar con muy buenos profesionales especializados en ayudarte a reinventarte personal y profesionalmente, como tú.

Si te ha gustado esta sección y quieres leer más entrevistas o saber cómo tú también puedes participar contando tu historia de reinvención profesional, aquí tienes el enlace.

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