Hace unas s
De este tema ya he hablado en alguna otra ocasión en mi blog, sin embargo, la lectura de este artículo me ha hecho reflexionar desde otro punto de vista y quiero dejar aquí mis impresiones. Por supuesto, me gustaría dejar claro que comparto al 100% lo que se dice en el artículo.
Lo que tengo claro es que muchas personas en la red no valoran el tiempo de los demás y piensan que los demás están ahí esperando sus preguntas. Pero pongámosle nombre a los diferentes personajillos, que normalmente, no piden si no que exigen:
El “corta-pega” o “copi-paste”.
La versión inglesa es para aquellos más sofisticados…
Dícese del espécimen que manda el mismo mensaje de solicitud de ayuda a muchos. Tú no lo sabes, pero tal y como está redactado, entiendes que no está personalizado. Su “modus operandi” es empezar dorándote un poco la píldora sobre tu blog o tu labor, de la cual no tienen ni idea y después ya van al grano de lo que quieren. Yo, este tipo de mensajes, directamente los ignoro, tras cansarme de contestar y ayudarles en lo posible y no recibir ni las gracias.
El “¡Ayúdame por el amor de Dios!”.
Este tipo de ejemplares se lo “curran” un poco más. Los mensajes personalizados ya son un paso, sin embargo, los que te plantean un tema “de vida o muerte” ya te echa para atrás porque yo no pediría consejo sobre un tema importante o vital para mí a alguien que no conozco de nada o del que no tengo referencias. Sin embargo, si os contestan, lo mínimo que podéis hacer es dar las gracias aunque la respuesta no sea la que esperáis.
El “Master del Universo”.
Este tipo es uno de mis preferidos: son aquellos que pretenden que les hagamos sus trabajos de máster, un proyecto sobre determinadas materias o que hagamos el trabajo de campo sobre determinadas materias de su interés; una cosa es pedir consejo y otra muy distinta, ésta. ¿Quién ayuda a alguien que demuestra vivir bajo la ley del mínimo esfuerzo? Yo, claramente, no.
El “Mi colaborador preferencial 2.0”.
Las nuevas tecnologías nos han traído a más personajes caraduras. Me refiero, en particular, a aquellos que te ofrecen colaboraciones, proyectos y demás historias, cuando realmente, lo que pretenden es que les gestiones su blog, proyecto u otras cosas, alegando que ellos no tienen tiempo. Bajo mi punto de vista, demuestran poco interés en sus proyectos y solo pretenden ser conocidos a corto plazo a costa del trabajo de otros. Además, no piden, sino que exigen y no se dan cuenta que para pedir, deben estar dispuestos a dar algo a cambio y no me estoy refiriendo a dinero. Algunos de ellos, tras la negativa, siguen insistiendo con otros proyectos, como si nada hubiese pasado.
El “HeMOS trabajado mucho”
La mayúscula es fundamental. Son esas personas que hablan en plural el proyectos, asuntos o temas de los que claramente no han formado parte en ningún momento. Pero optan a medalla.
El “¿Cómo que no?”
Después están las personas que te piden u ofrecen algo y les dice que no de forma educada y no lo entienden y te lo increpan de forma reiterada, como si les debieses algo. Al final te dan ganas de recordarles que fueron ellos los que se pusieron en contacto con vosotros.
Ante este tipo de individuos lo mejor es la ignorancia y no dedicarles ni un minuto de vuestro tiempo porque no merece la pena. Y en caso de que ya os lo hiciesen perder, ignorarles para siempre porque esas personas no cambian y pretenden conseguir cosas a costa de los demás sin aportar nada a cambio.
El “Te vendrá bien participar en mi web”
Es un perfil curioso. Normalmente, se trata de nuevas webs, que te piden participar en el proyecto. Si tienes un nombre en el sector, quieren que les apoyes escribiendo en sus webs. Tiene que ser inédito, con frecuencia semanal, de más de 2000 palabras, del tema que te piden ellos, con poco tiempo para prepararlo, normalmente, de hoy para mañana y gratuito. Me reservo el comentario.
El tiempo en la red es escaso como en la vida real y uno debe seleccionar muy bien a qué lo dedica y a quién. Pese a haber expuesto varios perfiles de caraduras, yo sigo ayudando a determinadas personas que me piden consejo u ayuda, siempre y cuando, sean educadas y sepan pedirlo de forma adecuada y valorando el tiempo de los demás.
Recuerdo en una ocasión en la que participe en un grupo colaborativo donde todos aportábamos por igual y la misión era ayudar a los demás y la máxima era que si se ganaba algún reconocimiento o mención, sería colectivo, para todos por igual. Desgraciadamente, no todos pensaron, al final, así y hubo uno que despuntó e imponía las reglas a su gusto, cambiaba actividades previstas sin cumplir el plazo lógico porque a él le apetecía, aceptaba o rechazada a personas del grupo a su criterio, sin contar con el grupo y así múltiples cosas más. Este despunte hizo que el equipo de colaboradores se cansara y abandonara el grupo, que desgraciadamente, no existe ya.
No olvidéis que vosotros sois libres de decidir a que dedicáis el tiempo porque para eso es vuestro y debéis invertirlo en actividades y proyectos que os aporten cosas interesantes.
¿Qué opináis de los jetas 2.0? ¿Habéis sido víctimas de algún jeta 2.0? ¿Qué ocurrió? ¿Me he dejado algún perfil de jeta 2.0?