Era precisamente el tercer cuarto y faltaban 8:44 en el reloj cuando los Lions anotaron los que serían sus últimos 3 puntos de la tarde para ponerse al frente, si no fuese por Jim Caldwell.
El mardcador estaba en ese momento 20-7 y tenían a los Cowboys controlados, con los ánimos a la mitad por haber fallado un field goal y todo lo que tenían que hacer los Lions era continuar con ese ritmo hasta que el juego estuviera en su bolsa. Pero Caldwell, Head Coach de primer año con Detroit, tenía otro plan.
Este plan decía que ya era momento de echar por la borda la iniciativa y dejar prácticamente toda la responsabilidad a la defensiva, que si bien había hecho un gran trabajo hasta ese momento, nunca debes de bajar los brazos cuando tienes enfrente al mejor running back de la temporada y a uno de los mejores playmakers de la liga como lo es Dez Bryant.
Además, debió darse cuenta que al siguiente drive, los Cowboys comenzaron a ser más agresivos y llegaron hasta zona de goal para jugarse la última oportunidad y así conseguir el touchdown que acercaría a los pupilos de Garrett a 6 puntos y con una crecida motivación.
Inmediatamente vino una serie de 3 jugadas para depués patear, después de que no pudieron conseguir la primera oportunidad en tercera y dos por avanzar. Y está bien, posición de campo no permitía arriesgar aún y el tiempo era suficiente teniendo a una de las mejores defensivas de la temporada.
La ofensiva de Romo continuó haciendo bien las cosas y el drive culminó en un field goal de Bailey para ponerse a 3 puntos. Aquellos 13 puntos se habían desvanecido en menos de un cuarto y la ventaja del equipo que había comenzado dominando, ahora era de solo 3 puntos.
¿Qué debes de hacer como Head Coach en ese momento? 3 puntos no son nada en playoffs y sobre todo si juegas contra el local y tiene todo el momento a su favor. Lo obvio es jugar como si fueras por todo y lograr anotar para asegurar el partido, de paso quemando tiempo para que la presión jugara en contra de los rivales.
El siguiente drive de Detroit iba bien hasta que fallaron en convertir un 3er down y una yarda por avanzar en la yarda 46 del terreno de Dallas. Me atrevo a decir que era menos de una yarda, con una variedad de playmakers y un quarterback que había demostrado no temer al contacto en la primera mitad. ¿Porqué no ir por esa yarda y continuar bajando el tiempo y conseguir puntos?
Caldwell, el buen Head Coach que rara vez muestra gesto alguno, decide buscar provocar una salida en falso de la defensiva y decide patear después de ser castigados por retrsao de juego. Increíble!!
Lo peor para los Lions es que la patada de despeje no rebasó las 10 yardas de distancia. La siguiente serie de los Cowboys comenzó en su yarda 41, 5 yardas más lejos de no haber conseguido el primero y diez. Terrible decisión que afectó a Detroit, sobre todo al mensaje de falta de confianza en tu ofensiva.
Tiempo después, vimos a una ofensiva de Lions cometiendo los errores que pasan cuando no estás del todo confiado en lo que haces.
Jim Caldwell debió haberse puesto en modo playoffs durante todo el juego y no únicamente en la primera mitad, si es que lo estaba. Esta decisión sin duda vino a afectar en el modo de jugar de su equipo y el resultado ya todos lo sabemos, de regreso a casa como un equipo que pudo haber hecho más de lo que cualquiera esperaba.