jimmy wales

Publicado el 11 agosto 2014 por Libretachatarra

Interesante reportaje de la revista “Ñ” a Jimmy Wales, el creador de Wikipedia. Seleccionamos algunos párrafos significativos de la nota que recomendamos leer en su totalidad.

El planteamiento de los gobiernos de que tenemos que elegir, tras el 11-S, entre libertad y seguridad es demasiado simplista, porque no existe prueba alguna de que la seguridad haya salido reforzada con la renuncia a libertades que se nos ha impuesto y con la intromisión de los gobiernos en los e-mails y conversaciones telefónicas de la gente.
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La idea de la enciclopedia electrónica surgió sin un fin específico y sin una idea preconcebida de que fuera a ser un proyecto comercial. Pero enseguida nos dimos cuenta de que la publicidad no tenía sitio, tanto por razones de estética como por la influencia que ejercerían los anunciantes. Quienes contribuyen a Wiki lo hacen de manera altruista, y tendrían una motivación muy diferente si supieran que sus salarios son pagados por Nike, Adidas, Coca-Cola o Shell. Así somos independientes, y lo mismo creamos una entrada relacionada con África que con Estados Unidos, sin preocuparnos de donde va a ser más leída; las leyes del mercado no nos afectan.
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Tenemos un presupuesto de unos 50 millones de dólares anuales que obtenemos de donaciones de mecenas y pequeños contribuyentes. Nos permite emplear a alrededor de 200 personas (fundamentalmente, ingenieros), así como alquilar unas oficinas en San Francisco, Buenos Aires y media docena de ciudades. Es una cantidad muy modesta, el coste es menor de un centavo de dólar por lector por mes, algo irrisorio si se tiene en cuenta lo que aportamos.
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Lo único que no acepto es que se discuta la calidad. Puede que haya deficiencias formales, pero la calidad del producto es excelente.
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Un tema que está sobre la mesa en las discusiones de la comunidad es la contratación de profesores para que den una visión más académica de determinados temas, y de nativos que dominen idiomas de poca difusión.
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El periodismo tal y como lo hemos conocido hasta ahora se encuentra bajo enormes presiones y en una etapa de profundos cambios, pero existe una ran demanda de información de calidad, que no es fácil de conseguir. Pero estoy convencido de que los periódicos van a sobrevivir, incluso a prosperar, porque se trata de una tecnología muy elemental y de bajo coste, que se puede llevar bajo el brazo, doblar, usar en cualquier sitio y de cualquier manera sin necesidad de cables, pilas o conexiones de banda ancha. Por eso mantendrá su nicho. Otra cosa es que vaya a cambiar el modelo de negocio, teniendo en cuenta la revolución tecnológica, y que tengan que buscar nuevas formas de ingresos. En el futuro la gente no va a pagar por la información general, lo que en inglés llamamos ‘commodity news’, porque para ella hay innumerables fuentes y la competencia es enorme.
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La elaboración de Wikipedia requiere una gran diplomacia. El proceso de toma de decisiones es democrático, pero extraordinariamente complicado. Existe un comité de arbitraje que tiene la última palabra, pero casi siempre imperan el compromiso, el consenso y el sentido común. Y en cualquier caso, es el cuento de nunca acabar. Es una enciclopedia del pueblo. Nunca nada está cerrado, siempre se puede alterar, corregir, editar o suprimir.
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Necesitamos establecer cortafuegos que frenen la injerencia de los estados en la libertad de comunicación y de prensa, porque su tendencia natural es a avasallar, como estamos viendo. Hace falta una conversación democrática abierta para proteger a los individuos y poner límites a la capacidad de intervención de los gobiernos. Hay muchas cosas que tenemos derecho a exigir como consumidores, como por ejemplo que nuestras conversaciones estén codificadas y ni siquiera los servicios de inteligencia puedan acceder a su contenido. Son cuestiones que se debaten desde hace mucho tiempo en los círculos tecnológicos y que ahora por fin están llegando al público.
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Por lo general, los gobiernos tienen miedo al conocimiento, para sus designios les conviene una población cuanto menos educada mejor, y más fácil de manipular. Para nosotros se trata de una lucha permanente. Países como China van más lejos que otros y directamente censuran algunos materiales que piensan que van contra sus intereses. Otros actúan de una manera más sutil. Como ciudadanos, puede decirse que somos en algunos sentidos más libres que nunca, pero también que estamos más controlados que nunca.
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En cierto modo, soy como la reina de Inglaterra, el defensor de la fe en la era digital, con poder simbólico pero no real, encargado de combatir las verdades absolutas y de difundir el derecho fundamental de la gente no tan sólo a saber, sino a participar activamente en la construcción y el desarrollo del conocimiento colectivo de la humanidad.
Reportaje de RAFAEL RAMOS a JIMMY WALES
“Todo el poder para el usuario”
(ñ, 06.08.14)