Tras los sucesos de Requiem por la Justicia, Green Arrow y Red Arrow no volverán a ser los mismos. Y, en este tomo seremos testigos de lo que ocurrió tras la destrucción de Star City y la muerte de Lian, hija de Roy Harper. Nada volverá a ser como antes (¡cómo nos gusta decir esta frase!).
Hago un pequeño inciso para comentar la política de Planeta de incluir en un tomo especiales y números que nada tienen que ver con lo que uno espera de una serie regular, aunque sea por tomos. Cierto es que la elección del material editado, a excepción del citado #43 de la JLA, supone que la lectura de lo que le ocurre a Green Arrow y Arsenal tenga coherencia y se realice sin problemas, pero no es propiamente la JLA.
Aclarado ese dato, diremos que la historia no es mas que una nueva génesis de ambos personajes. No dista mucho de otras revisiones realizadas por la editorial, como con Hal Jordan, Superman o cualquier otro miembro de la JLA, pero tiene mucho calado y profundidad el guión. A DC parece encantarle mostrarnos dramas humanos (la muerte de Sue Dibny o la familia de Donna Troy), que llevan al límite a los personajes. En este caso, no parece existir camino de regreso para Green Arrow o Arsenal, pero estamos comenzado a ver lo que ocurre, así que no adelantemos datos.
Algo que me suele indignar es el contínuo cambio de dibujantes. Si, ya sabemos que son distintos especiales y series, pero que no consiga una continuidad en la miniserie de Arsenal, me parece poco serio. Da la sensación de estar en pruebas con cada nuevo dibujante.
Ahora solo nos toca esperar el próximo tomo de la JLA y el nuevo rumbo de Green Arrow. Ambos son publicados en tomo. Y esperemos que sigan su camino por separado. En cualquier caso, un tomo entretenido, aunque demasiados tópicos sobre el superhéroe que decide tomarse la justicia por su mano. Y la miniserie sobre Arsenal, flojita, flojita. Por cierto, la portada en tomo no tiene el mismo efecto que si hubiera estado en su interior o en grapa. Pierde toda su gracia.