Joan Violet Robinson, Una de las economistas mas importantes del siglo XX

Publicado el 15 agosto 2013 por Jorge Jorge Pareja
Para todos los economistas del mundo, el nombre de Joan Violet Robinson no es para nada desconocido, ella es la quinta esencia de la Ciencia Económica, considerada por muchos una visionaria de la Economía y que fué mucho mas allá de lo previsto en sus tiempos. Nacida en Inglaterra en 1903, fue seguidora de uno de los mas importantes economistas de todos los tiempos: el economista Dr. Michal Kalecky, una de las mentes mas brillantes en la Ciencia Económica.La Dra. Robinson adopta su apellido al contraer nupcias con el economista E.A.G Robinson en 1926, que trabajaba ligado al genial John M. Keynes en la Universidad de Cambridge. Posteriormente asociado al economista Roy Harrod, desarrollaron un círculo postkeynesiano asesorando al gobierno inglés de esos años.Pero la historia de Joan Robinson va mas allá, ella pertenece al denominado "Circus" de Keynes, un grupo muy ligado al pensamiento de J.M Keynes e integrado también por los economistas Richard Kahn, E.A.G Robinson, Piero Sraffa y James Meade.  La Dra. Robinson destaca como una libre pensadora y profundamente analitica de las obras de economistas anteriores como Rosa Luxemburgo (The Accumulation of Capital), Karl Marx (Das Kapital), Tugan Baranovsky (Las Crisis Industriales en Inglaterra, 1894), Adam Smith (La Riqueza de las Naciones) y David Ricardo (On the principles of political economy and taxation, 1817), llega a la conclusión de que la economía como ciencia no puede separarse de la politica, de hecho la concepción del laissez-faire implica una posición politica, por ello la ciencia económica debe de ser mas cercana a la realidad: "...La política implica ideología; no existe tal cosa que un problema "puramente económico" pueda resolverse solo mediante la lógica económica; los intereses políticos y el prejuicio político están implicados en todo análisis de problemas reales..."  La Dra. Joan Robinson erá así de concluyente y soportaba sus hipótesis con fuertes argumentos teóricos y también pragmaticos. La Dra. Robinson consideraba, al puro estilo de Thomas Khun y sus revoluciones científicas; que la obra de J.M.Keynes constituye una "revolución intelectual" por si misma, ella dice: "...Keynes tuvo que destruir la ortodoxia en la que había sido educado porque estaba considerando un problema real -las causas del desempleo en una economía industrial- y tenía que examinar realmente como funciona la economía. Incluso en las muy disciplinadas ciencias naturales se reconoce que una idea original surge en primer lugar por un rayo de intuición. Keynes era ciertamente un pensador intuitivo. En un tema serio la intuición debe superponerse a la realidad y derivar de ella hipótesis, las que deberían examinarse de manera consciente y critica para ver si la realidad no las rechaza. La originalidad significa descubrimiento, no invención, no se asemeja al diseño de una fachada elegante para un edificio nuevo sino a la exploración de una ruina antigua para tratar de adivinar como fueron sus cimientos. En virtud de que estaba tratando de entender como funciona la economía, Keynes estaba siguiendo sin querer los pasos de Ricardo y Marx, quienes se empeñaban en la misma búsqueda cada uno tratando de entender la operación del capitalismo en su propia época. Keynes estaba destacando un elemento particular del capitalismo (la demanda efectiva) que Ricardo había pasado por alto y Marx había entendido imperfectamente. Esto explica la paradoja aparente de que los postkeynesianos de Cambridge encuentren una afinidad en los clásicos. Declaró Jevons "...ese hombre capáz pero equivocado que era David Ricardo empujó el carro de la Ciencia Económica por la vía errónea". De hecho el propio Jevons arrojó al tren a un circuito cerrado por el que todavía circula, pero Keynes y Kalecky lograron separar algunos carros y ponerlos de nuevo sobre la vía principal"Aguda en su visión de la economía en general, se muestra a favor de Michal Kalecky frente a JM Keynes cuando escribe: "...Kalecky llamó la atención sobre que en el mundo moderno hay dos sistemas distintos de formación de precios, uno dominado por la oferta y demanda, y el otro por los costos mas las ganancias. Hicks ha redescubierto recientemente esta distinción. El mercado de algunos bienes se crea por comerciantes especialistas que compran para vender de nuevo y que obtienen sus ganancias con las diferencias de precios. Estos comerciantes llevan inventarios; cuando las ventas superan a las compras de modo que los inventarios están bajando elevan sus precios, y a la inversa. Una gran parte de los productos de la agricultura y de la industrias extractivas se manejan de esta manera. En  el caso de las manufacturas los productores han asumido la función de la comercialización en la época moderna. Ofrecen sus productos a un precio anunciado y producen para vender lo que el mercado tome. Hay varias formas intermedias y condiciones que se traslapan, pero la distinción principal se encuentra entre estas dos sistemas. Kalecky analizó los precios industriales en términos de los márgenes de ganancia bruta expresados como una diferencia sobre el costo variable medio. A medida que evolucionaba su teoría Kalecky rechazo la idea que Keynes había tomado de Marshall, de que un aumento en el producto requiere de una elevación de los precios en virtud de que aumentan los costos marginales. sobre es punto prevalece ahora generalmente la opinión de Kalecky. En general parece ser que los costos medios bajan en lugar de aumentar con una mayor utilización de la planta. Un mercado de vendedores, donde el flujo del producto está limitado por la capacidad, es algo poco común porque conduce rápidamente a una inversión para ampliar la capacidad de producción de los bienes; si se espera que perdure la inversión no habrá aumento de precios. Aunque prevalezca la limitación de la capacidad, las empresas prefieren generalmente alargar las fechas de entrega a reducir la demanda elevando sus precios.  Kalecky observó que los costos variables están integrados por dos elementos independientes: los salarios y el costo de las materias primas y los energéticos. Aquí hay una interconexión entre los dos tipos de formación de los precios, ya que los costos de los materiales son fuertemente influidos por la oferta y la demanda. El regateo de las tasas salariales monetarias depende del equilibrio de las fuerzas en el mercado laboral. Suponiendo un patrón estable de los márgenes de ganancia bruta podemos deducir el comportamiento de los precios que habrá de esperarse en el corto plazo.  Una elevación del nivel general de la actividad implica un aumento de la demanda de materiales, lo que eleva sus precios. El aumento de los costos variables que esto implica conduce a una elevación mas o menos proporcional de los precios. Ahora se han reducido las tasas salariales reales, mientras que las ganancias en términos monetarios han aumentado. Esto prepara el panorama para una elevación de las tasas salariales monetarias. Por otro lado una declinación de la actividad industrial general tiende a reducir los precios de los materiales, pero la resistencia de los trabajadores sindicados es generalmente suficiente para impedir la reducción de las tasas salariales monetarias (aunque el desempleo y la reducción de la jornada laboral reducen los ingresos de los trabajadores)." La Dra. Robinson fue parte de la crítica económica mas debatida en el siglo XX, fomentó y participó de manera muy activa en lo que se denominó La contraversia de Cambridge, un debate económico sobre la definición del capital, su medición y la función de producción y el concepto de productividad (desde 1959 hasta 1970), dos grandes grupos de economistas, los postkeynesianos (Pierangelo Garagnani, Piero Sraffa y Joan Robinson) y los herederos de la síntesis clásico-keynesiana (Paul Samuelson, James Meade, Roberth Solow), el ataque directo de Joan Robinson a la función de producción ortodoxa, tanto como las concepciones de Sraffa, argumenta un problema en la definición del capital y su medición por la escuela clásica, puesto que para poder homogenizar  el factor capital  y medirlo, es necesario conocer su tasa de ganancia, dado que la inversión es consumo postergado y por lo tanto para los clásicos es la diferencia entre lo producido y lo consumido (implicitamente el ahorro iguala a la inversión) allí surge el problema, dado que esta diferencia es también la ganancia o plusvalía y entonces es dependiente de los precios del mercado, que dependen finalmente de la tasa de ganancia. Se crea una situación incómoda porque para determinar esta tasa de ganancia hay que conocer los precios y estos a su vez dependen de la misma tasa de ganancia que deseamos encontrar. Han habido muchas alternativas propuestas para resolver este impase real en la economía, ninguno ha sido satisfactorio, ya en los años 70´s la propuesta de Paul Samuelson de las funciones de Producción subrrogadas o per cápita fue de hecho desestimadas al concluirse que como instrumento teórico no aplicaban a todo el espectro de la definición del capital, quedando a la fecha aún no resuelto este dilema, sin embargo los economistas neoclásicos recurren a la simplificación del modelo llevándolo al plano nominal e introduciendo el dinero en sus modelos para homogenizar la unidad de medición, guardándose de explicar que esta es una simplificación práctica a fin de modelizar un sistema económico. Pero el asunto va más allá inclusive, puesto que asociados a estas definiciones se analizan los denominados efectos de Wicksell (Johan G. Knut Wicksell) que como una maldición sobre las definiciones neoclásicas del capital, aparecen en los distintos modelos, terminando finalmente Paul Samuelson capitulando en 1966 con un paper donde declara acerca de todos los modelos propuestos para reconciliar a la función de producción con la realidad: " El fenómeno de la reversión a una tasa de interés muy baja a un conjunto de técnicas que habían parecido viables sólo a una tasa de interés muy alta implica más que tecnicismos esotéricos. Indica que no puede ser universalmente válido el cuento sencillo de Jevons, Böhm Bawerk, Wicksell y otros autores neoclásicos, según el cual a medida que baja la tasa de interés como consecuencia de la abstención del consumo presente a favor del consumo futuro, la tecnología debe volverse en algún sentido más “indirecta”, más “mecanizada” y más “productiva” " Joan Robinson había abierto la caja de pandora de la economía del siglo XX.
Sin duda  la Dra. Joan Robinson marca un hito en la historia de la Ciencia Económica, ella dejó un legado de investigación y método para los economistas actuales y su estudio en las aulas debe de ser materia obligada para los que desean profesar esta rama de las ciencias sociales, uno de sus mas valorados preceptos fué:   "...En el campo de la Ciencia Económica, las ideas nuevas se tratan al estilo teológico, como herejías y se mantienen tan lejos de las escuelas como sea posible, inculcando en los estudiantes el viejo hábito de repetir los viejos dogmas a fin de que  se socave la ortodoxia establecida."
Un 5 de agosto de 1983, Joan Violet Robinson dejó para la posteridad un problema aún no resuelto y un legado de verdadera ciencia libre de dogmas, la Ciencia de la Economía.