El Llanisco de escuadra y compás
Su modestia le hubiera impedido aceptar el homenaje que le acaba de brindar Higinio del Río, autor de Joaquín Ortiz, un arquitecto racionalista.El libro, editado por Hércules Astur y que rescata del olvido a uno de los principales referentes de la arquitectura racionalista en Asturias, fue presentado ayer al mediodía en el salón de actos del Colegio de Arquitectos de Asturias en un acto al que asistieron más de 70 personas.Joaquín Ortiz fue un llanisco de escuadra y compás. Tanto por su profesión de arquitecto como por su condición de masón. Además representó a esa España ilustrada, tolerante y liberal que se encarnó en la II República. “Era una persona que nunca quiso figurar, muy modesta y coherente con sus ideas”, afirmó Higinio del Río, quien no ocultó su devoción por Ortiz. “He tenido la suerte de hacer la biografía de un personaje extraordinario”, resaltó el autor la biografía. El libro ve la luz después de quince años de investigación, una labor que Higinio del Río calificó de “casi detectivesca”.El Hotel Victoria A su llegada a Llanes Joaquín Ortiz se instaló en el Hotel Victoria, un establecimiento muy próximo al consistorio llanisco y en el que iba a conocer al gran amor de su vida, Regina Tamés, esposa y madre de su única hija, Vicentina. Ortiz instaló su estudio en el ático de un edificio situado casi frente por frente de su alojamiento.“Allí acomodó Joaquín sus mesas, sus reglas y cartabones, en medio de una atmósfera de gran luminosidad y amplitud”, recoge Higinio del Río mientras alude a las revistas de arquitectura alemanas que por entonces leía Joaquín Ortiz, llenas de referencias a la Bauhaus y que iban a inspirar sus proyectos arquitectónicos.