Esta tarde me dio por escuchar música con mensaje, esa en la que a través de su letra nos podemos ver identificados. Y es que precisamente la grandeza de un buen cantautor reside en eso, en que este, canta sus propias vivencias, sus experiencias que suelen ser las mismas que las del resto de los mortales, cuando este mensaje se logra transmitir a los receptores de esa canción, el músico ha logrado su objetivo, llegar a nuestros sentimientos, cantar a nuestras propias vivencias haciendo de esa canción algo que forma parte de nuestro territorio particular, de nuestros sentimientos más íntimos.
Si hay alguien que sabe de eso, de transmitir ,ese es Joaquín Sabina. Cantante con aire de canalla un vividor que ha sabido disfrutar con desmesura de los placeres de la vida, un juglar en tiempos modernos que tiene esa capacidad para hurgar en lo más profundo de nuestros sentimientos con sus poemas en forma de canciones. “Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido, que viene de la noche y va a ninguna parte, así mis pies descienden la cuesta del olvido, fatigados de tanto andar sin encontrarte.” Este es uno de los versos de uno de los grandes clásicos de Sabina y una de mis canciones favoritas Calle Melancolía, lanzada allá por los 80. Se ha especulado mucho sobre el mensaje que pretendía dar Sabina con esta canción, incluso desde el prisma político, pero como siempre he defendido el mensaje de una canción, somos nosotros mismos los que debemos captar y adaptar a nuestras propias circunstancias particulares, la música es de libre interpretación y cada uno de nosotros tiene su forma propia de percibir sus propios sentimientos.
Hoy Joaquín Sabina sigue al pie del cañón, con su voz desgarrada por los excesos y los años Pero aún así sigue emocionando al público con sus canciones, muchas de ellas convertidas en auténticos himnos; Y nos dieron las diez esa ranchera meláncolica de amores perdidos, canción esta con autoría compartida con Enrique Urquijo o 19 días y 500 noches o la maravillosa balada Quien me ha robado el mes de abril por nombrar algunas.
Joaquín Sabina ha sido un icono de varias generaciones, para los que hemos crecido y vivido con sus canciones como banda sonora y es que pronto cumplirá 40 años cantando y contando en voz alta sus vivencias encima de los escenarios. Una vida la suya intensa, vivida y bebida con nocturnidad y alevosía envuelta en aromas a tabaco y ginebra. Pero Sabina también tuvo sus momentos difíciles cuando la vida le dio un revés que le dejo durante algún tiempo fuera de la circulación, aunque pronto remonto y volvió a los escenarios. Desde ese momento rompió de alguna manera con su vida de crápula y se hizo un poco, pero solo un poco, más formal. Ya no cierro los bares ni hago tantos excesos cada vez son más tristes las canciones de amor, decía en uno de sus temas titulado Camas vacías. Joaquín ha envejecido y nosotros con él , las canciones que escuchábamos hace más de 20 años hoy se convierten en sonidos para el recuerdo, al escucharlas rememoramos estos, con nostalgia de aquellos años felices de juventud.
Tan joven y tan viejo es una de las canciones de Sabina perteneciente al décimo álbum de estudio Yo, mi, me, contigo publicado en 1996. Una gran canción con tintes autobiográficos con versos como este
Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron y más de un bofetón
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone..
Joaquín Sabina es uno de los grandes músicos contemporáneos españoles que nos hace vibrar con sus canciones, un pensador, un poeta, un explorador de sentimientos.
Tan joven y tan viejo. Versión Antonio García Diego
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