Así comienza “Jobs”, el largometraje biográfico de 2013 dirigido por Joshua Michael Stern y escrito por Matt Whiteley. Se ha estrenado en España el 20 de septiembre, mientras que en Estados Unidos se estrenó el 16 de agosto.
El filme cuenta la historia de un joven Steve Jobs que vuelve a la universidad que había dejado tiempo atrás para asistir a clases de forma voluntaria, y allí conoce a una chica con la que luego se acuesta, antes de confesarla que tiene novia. Ella le provee de droga, que él disfrutará con sus amigos.
Dos años más tarde, Jobs está trabajando para la empresa informática Atari. En la empresa le encargan un proyecto especial y personal, que conseguirá sacar adelante gracias a la ayuda de su amigo Steve Wozniak. Jobs, en su obstinación por ser más independiente, descubre que su colega está fabricando un ordenador personal, y le anima a presentarlo como invento para acabar vendiéndolo a las grandes compañías. Deciden llamarlo “Apple”. Al principio parece no interesarle a nadie, pero pronto consiguen venderlo a pequeña escala.
Pronto consigue que “Apple” se convierta en una gran empresa e incluso salen a la venta las acciones de la compañía en la Bolsa, consiguiendo un gran éxito, pero en 1982 le echan de la empresa que él mismo fundó, y a partir de ahí comenzará un cambio importante en su personalidad, que se verá agravado por el conocimiento de que su novia se ha quedado embarazada. Como todo el mundo sabe, más tarde vuelve a ser aceptado en “Apple”, aunque las cosas no parecen ser igual que al principio; llegando hasta el límite de la excentricidad.
Los temas que se tratan en esta película son la libertad, el arte y la persecución de los sueños.
La realización de “Jobs” es interesante en algunos puntos, pero no es tan innovadora como lo eran las ideas de Steve Jobs. Quizás le falte arriesgar más, pero seguramente se ha hecho así para que el espectador se centre en el contenido más que en la forma. Por esa misma razón, no se analizará aquí la dirección de fotografía, porque quizás no sea relevante. Lo mismo ocurre con la música, aunque hay que destacar que la elección ha sido bastante correcta.
En cuanto al reparto, en este caso solo se va a destacar a una persona, que es Ashton Kutcher en el papel de Steve Jobs. Su interpretación es excelente y consigue hacer que el espíritu de Jobs reviva. Su personaje inunda toda la película, haciendo que él sea el único protagonista. Es por ello que el verdadero mérito y el interés de la cinta es del verdadero Steve Jobs, cuya vida fue realmente interesante y así se refleja en el filme. Su visión de negocio y de futuro son abrumadoras, convirtiéndose así en un ejemplo a seguir para muchos.
El guion merece mención aparte. Tiene dos aspectos que destacan especialmente. El primero es su estructura. La película comienza temporalmente en 2001, y rápidamente retrocede a 1974. A partir de entonces se sigue un orden lógico. Por lo tanto, la estructura se puede definir como circular porque realmente el principio es el final, que se corresponde con la presentación del iPod. Se ha elegido esta estructura de forma muy inteligente, ya que todo el mundo sabe cómo acaba la historia, pues es una biografía; sin embargo, lo realmente interesante es lo que pasa antes de 2001.
El segundo aspecto relevante es el tiempo que transcurre en la película, ya que no se cuenta gran parte de la vida de Steve Jobs, sino únicamente lo que a los guionistas (y probablemente al público) les ha parecido más interesante, que es el transcurso de su vida desde 1974, cuando ya ha dejado la universidad hasta 2001, cuando presenta el famoso iPod. Por tanto, no se muestra ni la infancia ni la vida del protagonista después de 2001 hasta su fallecimiento en 2011. En total hay siete saltos en el tiempo a lo largo de la película: 2001, 1974, 1976, 1977, 1980, 1982, 1984 y 1996.
Esta película tiene algo en común con otra que se ha estrenado este mismo año, “Los becarios”, y es que ambas son en sí una forma de hacer publicidad a una gran empresa. “Los becarios” era a Google lo que “Jobs” es a “Apple”, al igual que “La red social” hacía publicidad de Facebook.
Como curiosidad, hay una fotografía de Einstein que aparece tanto al principio como al final de la película, y que parece ser la inspiración de Steve Jobs.
En fin, esta película es inspiradora y optimista, aunque demuestra que el éxito no es fácil. Si “Jobs” consigue algún galardón en los Oscar, debería ser en la categoría de Mejor Interpretación.
Ya que el guion y la cosmovisión de Steve Jobs son de lo más interesante del filme, aquí hacemos una recopilación de las citas célebres de “Jobs”:“Nosotros no aceptamos las cosas tal como están.”“La educación superior va en detrimento de la experiencia.”“Es que no puedo trabajar para otras personas, necesito mi independencia.” “La fruta de la creación, Apple, sencillo pero sofisticado.”“Si queremos ser grandes también debemos arriesgarnos.”“Yo no puedo ayudarte si no te ayudas a ti mismo.”“Debemos lograr que las pequeñas cosas sean inolvidables.”“Vamos a dejar huella en el universo.”“Las personas que están lo bastante locas como para creer que pueden cambiar el mundo son las que lo logran.”
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