Todo se ciñe a recitar el mismo sonsonete de dame, dame, dame, porque tú has venido a quí para dar,dar,dar, así que ponte,ponte,ponte, que te voy a dar, a dar, a dar….en fin.
No me enrollo más, simplemente el otro día estuve en Santiago de Compostela, porque el avión despegaba de allí y como había tiempo me di una vuelta por las viejas piedras que sujetan el negocio, y … según iba caminando entre sudorosos mochileros y esquivando mil y una ofertas, me dejé llevar por las primeras impresiones.
JOda a Santiago
Santiago, tu entrada huele a empanada y sudor
Tu joya a incienso ladrón
Eco de mil idiomas
palabras devotas, palabras y botas
Crédulas llagas, pasos desnudos
Engaño masivo y abuso selectivo
Humanidad y humanos
Santos y Jacobos
Listos y bobos
Fervor fanático y dinero fácil
Losas de piedra y claustros de oro
Fonda final y último castigo
Santiago: compost y tela, marinera