Jodidos Kabrones (Manolito Motosierra, 2012)

Por Saltparadise
By Dioses y monstruos in Criticas

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“Jodidos Kabrones” es la ópera Prima del realizador alicantino Manolito Motosierra realizada entre finales de 2011 y principios de 2012. El chico no es nuevo en esto de la dirección, ni es un pipiolo caído de un guindo, pues su trayectoria como cortometrajista es bastante extensa, aunque también bastante desconocida por el mainstream. Manolito ha trabajado siempre en el terror y el gore con una vocación d’enfant terrible o por adaptarnos más al medio, de gamberro cinematográfico sin prejuicios ni complejos.

La historia de Jodidos Kabrones se sitúa en algún lugar del camino que lleva a Santiago al que cada año acuden peregrinos de todas las partes del mundo. Nuestros protagonistas, Richi y Lucia, ultiman los detalles en un pueblecito para proseguir su marcha por el camino pero algo sucede durante su trayecto hacia Santiago. Un “accidente” les obligará a retroceder un poco en su camino y seguir su marcha por otra vía que no tenían contemplada guiados por un “amable” aldeano que les llevará a “El Albergue de los Gutierrez” para que Richie pueda recuperarse y proseguir su camino. Allí conocerán a una familia un tanto peculiar que les hará la vida imposible.

Manolito escribe y dirije esta cinta de horror gore castizo fuertemente influenciado por el cine que le ha convertido en lo que es, el cine gore y slasher que dicho sea de paso ha sido su escuela, y es por ello que en su base narrativa y su planteamiento formal (y no se esconde), “Jodidos Kabrones” se fundamenta en cintas como “La Matanza de Texas” (1978) de Tobe Hopper quien fuera el padre involuntario de un nuevo subgénero del terror que sería el slasher o a la mítica “2000 Maníacos” (1968) de Gordon Hershell pasando por la espñaola “La Matanza Caníbal de los Garrulos Lisérgicos” (1993) del desaparecido Antonio Blanco y co-dirigida por Ricardo Llovo; cintas de las que se erige al tiempo en homenaje.

En “Jodidos Kabrones” la destrucción final del cuerpo es el objetivo que aterroriza al espectador, aquí no hay tensión psicológica (hay tensión baturra, cruda), los personajes no crecen con el sufrimiento ocasionado, básicamente no tienen tiempo de ello, simplemente el horror radica en lo directo de afrontar la violencia y el abuso de la manera más descarnada posible mediante la utilización de personajes realmente repelentes, intransigentes, obtusos y tarados y torturas dignas de un matarife de la edad media. Todo ello biene acompañado de una violencia sin pudor, contundente, aderezada con unos toques de humor negro que fluye desde los diálogos, al uso de la música. A menudo en situaciones de tensión y mal rollo extremo, Manolito usa música fuera de contexto que lejos de romper el climax acerca la situación al absurdo, la ridiculez y la dota de cierto humor porque al fin y al cabo la película es una cinta gore que lleva implícita el saber que lo que se ve es ficción y que el acercamiento no se realiza desde la formalidad de quien retrata a un psicokiller desde un punto de vista psicológico o pseudo documental o quiere recrear una falsa realidad como intentan cintas como “Martyrs”.

El trabajo actoral es muy destacable en lo que concierne a Richie, su novia que se portan realmente bien, con bastante naturalidad, y que contrasta con el histrionismo del hermano mayor de los Gutierrez o el descerebrado Guti que es un salvaje intransigente mentalemente tarado, en ambos casos consiguen una interpretación muy acorde al objetivo de mezclar horror y comedia.

La fotografía corre a cargo de un colaborador habitual de Manolito Motosierra, el también alicantino Kiko Navarro que también realiza las labores de editor. Son muchos años de amistad los que los unen y se nota en la manera de trabajar juntos. Kiko se desenvuelve perfectamente con su cámara digital Cannon 5D, escasos medios, y mucha imaginación. La fotografía de la cinta ligeramente virada a un azul ceniza, transmite un cierto ambiente malsano a modo de presentación y choca con los momentos delirantes de tortura enla que adquiere una extraña luminosidad de brillos anaranjados y amarillos salpicada de rojos chorreantes.

Los FX son también son destacables, bastante realistas en general, menos cuando de manera deliberada se pretende lo contrario como en la escena del bebé para quitar hierro al asunto y poner de manifiesto ese espíritu de “vandalismo fílmico” y gamberrismo descarado.

Es cierto también que “Jodidos Kabrones” adolece de algunos errores que le hacen un flaco favor como el inicio de la cinta en el que se ve a Lucía ensangrentada y siendo tragada por una casa, hecho que luego no se muestra en la película. También es una pena como la rapidez en su planificación, a veces se nota que esta o aquella escena merecían haberse vuelto a filmar, pero mirad a Ed Wood amigos, hayan dejado alguna secuencia o escena que repitiéndose hubiera podido quedar estupenda. En definitiva la falta de medios se nota, y en ocasiones hace que la fotografía y la factura final se vea afectada por ello sufriendo algunos altibajos sobretodo en algunas de las escenas de interior. Sin embargo el problema principal de la cinta es como se precipita en el desenlace final con la huida de Lucía, como todo se sobreviene en una carrera alocada, cuando quizás requería algo más de saña y recreamiento.

De todos modos que nadie se espere una obra de arte y ensayo, esto no es Bergman, es cine gore, cine de divertimento puro y duro, hecho con total conciencia de lo que es. No es una cinta pretenciosa que se quede a medio camino, no tiene presupuesto, aunque sí ilusión y casi 70 minutos de diversión asegurada. El que se espere ver un film “d’auteur” lo lleva crudo y debería abstenerse, en todo caso es un filme de autor pero del spanish trash cinema en toda regla. Intentar compararla con otras propuestas internacionales o nacionales de altos vuelos no tiene sentido, debe valorarse en su propio contexto y naturaleza.

Si queréis pasar un rato bien divertido, ver una película con mucho humor negro, desenfadada, sin complejos, paleta, guarra y muy gore, esta es vuestra ocasión de relameros las zarpas. Por favor, gafapastas absténganse de buscar las 5 patas al gato y si quieren ver una cinta de Polansky, Guy Pierce, Ferrara o Tarkovsky, no lo duden, vean una película de ellos y todos felices.

Por Ester Olivé Guardia