Joe Kopicki

Publicado el 15 enero 2010 por Solanatcydl

Hola clasicorros. Joe Kopicki fue al Cajabilbao lo que John Pinone a Estudiantes. Dada la cercanía de Cantabria y el País Vasco al final siempre juegas o conoces a gente y acabas trabando amistad y charlando de basket, que para mí es de lo que va todo esto. Durante esas tardes de verano después de los partidos solíamos acabar tomando algo en alguna terraza y mis amigos vascos me hablaban de La Casilla, del Cajabilbao, de que si en un entrenamiento le habían robado un balón a Aitor Zárate y de que si Joe Kopicki era un dios.
Joe Kopicki era un pívot de 2,06 y aproximadamente 110 kg de peso que salió de la universidad de Detroit Mercy. Fue elegido en la tercera ronda del draft de 1982 en la décima posición por los Hawks de Atlanta. A Kopicky no le llegan contratos para jugar en la NBA y es fichado por los Wisconsin Flyers de la CBA. En la temporada 83-84 se fijan en él los Washington Bullets y ficha a final de temporada jugando 7 partidos con ellos haciendo cerca de 4 puntos y 4 rebotes. La temporada siguiente continúa en los Bullets con estadísticas parecidas siendo en ambas un jugador de rotación. La temporada 84-85 es fichado por los Nuggets donde juega menos que en los Bullets y clava sus estadísticas anteriores nuevamente. Kopicki era un jugador con clase, cuerpo, fuerza, buen tiro, cabeza amueblada... y se da cuenta de que si ni siquiera con todos esos atributos ha encontrado un sitio en la NBA en 3 temporadas difícilmente lo vaya a lograr en un futuro, así que acepta la oferta del Treviso italiano y decide venirse a Europa en vez de quedarse en la CBA a esperar un nuevo contrato de la NBA.
En Treviso llega muy avanzada la temporada y sólo juega 10 partidos, pero consigue promediar 20 puntos y 9 rebotes. Al año siguiente llega al Cajabilbao y la pareja que forma junto con Darrell Lockhart revoluciona totalmente La Casilla. Kopicki lo hacía todo, anotaba de dentro, de tres, reboteaba, defendía, pasaba... promedia más de 24 puntos y más de 9 rebotes. Tras una temporada espectacular el Cajabilbao llega a playoffs y se enfrenta al Real Madrid (como hemos comentado en el post anterior). El Cajabilbao elimina al equipo blanco y La Casilla explota. Todos los chavales quieren llevar el número 15 de Kopicki en Bilbao, Kopicki se ha convertido en un líder para el equipo y en un icono del calibre de Zubizarreta (en aquella época) para la ciudad.

La temporada siguiente Kopicki mejora todavía más sus números hasta más de 25 puntos y 12 rebotes por partido. Lidera una vez más al Cajabilbao a playoffs, cayendo en esta ocasión contra Estudiantes.
En Bilbao sabían que tenían una joya entre manos y que era cuestión de tiempo que el todo poderoso baloncesto italiano se fijara en Kopicki. Así fue, el Auxilium Torino le fichó y Kopicki regresó a Italia para demostrar la clase que tenía. Allí estuvo tres temporadas promediando entre 20 y 25 puntos con más de 10 rebotes.
Pese a su éxito en Italia Kopicki retorna a Bilbao en la temporada 91-92. El Cajabilbao estaba descendido y había pensado en él para cubrir el hueco que había dejado otro grande de La Casilla, Mark Simpson. Así que Joe volvió a Bilbao pero el Joventut le fichó en la temporada siguiente buscando un tercer extranjero (fue la primera temporada del tercer extranjero) competente y de garantías a un precio razonable. Su aportación como jugador de rotación bajó considerablemente y ya no era la pieza clave en ataque que había sido en Bilbao y en Turín, pero aún así sigue siendo muy fiable a la hora de dar un descanso a Corny Thompson y Ferrán Martínez. Con el Joventut llega hasta la final de liga donde se cruzan con un temible Real Madrid liderado por Arvydas Sabonis (curiosamente enfrentándose a su sustituto en el Cajabilbao, Mark Simpson) y es utilizado como recurso para intentar parar al lituano. El Joventut planta cara pero la liga va para Madrid. Kopicki decide retirarse ese mismo año concluyendo una grandísima carrera como jugador FIBA.
Joe Kopicki fue el arquetipo de jugador americano que venía a marcar diferencias. Técnico, fuerte, con clase, con recursos, con tiro, profesional hasta la médula, dejó un gran sabor de boca en todas partes por donde pasó. Si alguno de vosotros va a ir a Bilbao a ver la Copa, preguntad a vuestro compañero de asiento (si es de Bilbao) que cómo se recuerda a Kopicki en Bilbao. ¡Clasicorros saludos!