Si hubiéramos pasado por una de las calles más pobres de la ciudad de Londres hace unos 150 años, podríamos haber encontrado una tienda humilde que mostraba en la ventana yesos y figuras en arcilla, y si hubiéramos levantado el pestillo y hubiéramos entrado, en el espacio apretado detrás del mostrador deberíamos haber encontrado al niño que algún día se convertiría en el escultor más grande de Inglaterra, John Flaxman.LEER MÁS »
Si hubiéramos pasado por una de las calles más pobres de la ciudad de Londres hace unos 150 años, podríamos haber encontrado una tienda humilde que mostraba en la ventana yesos y figuras en arcilla, y si hubiéramos levantado el pestillo y hubiéramos entrado, en el espacio apretado detrás del mostrador deberíamos haber encontrado al niño que algún día se convertiría en el escultor más grande de Inglaterra, John Flaxman.LEER MÁS »