Para el clásico telúrico de hoy, voy a tirar de debilidades personales.
Recuerdo de pequeñito disfrutar con la versión que hacían creo que Los Sirex de este temazo tan alegre, superficial y vulgar. Pero el reenamoramiento vino viendo el film británico Radio Encubierta, y al oirla allí entre tanto material genial, me descoqué mentalmente.
Desde entonces lo hago interior y exteriormente cuando la oigo, es simplemente irresistible.