Lo pasé muy bien en aquella fiesta, prácticamente todo el tiempo como observador. Naomí Campbell no podía estar más guapa, envuelta en un mantón de manila de tonos rojos; llegó con otras modelos y al poco tiempo sacó del bolso un estuche con cd's y estuvo un rato largo poniendo música en el pequeño equipo que tenía el local. Habló con sus amigas, con Cristóbal Reyes, el tío de Joaquín, que hablaba inglés, y bailó con Joaquín. La verdad es que estaba fascinada con él, o al menos lo parecía.
Y cuento una anécdota más. La Soleá está enfrente de Lucio, y a alguien se le ocurrió ir a encargar unos huevos estrellados para que los probara Naomí. El propio Lucio, enterado seguramente de para quién eran, vino a traerlos con un camarero. Le presentó la bandeja a la modelo, pero ella no tuvo el detalle siquiera de probarlos. Así que Lucio se volvió con las orejas gachas y los demás dieron buena cuenta de los huevos estrellados. Si no recuerdo mal, hasta Galliano comió.